domingo, 12 de abril de 2020

"Domingo", de January Gill O'Neil


Domingo, de January Gill O'Neil 
Ilustración Alba L. Giménez

Tú marcas el arranque de la semana,
o su cierre, y según los Beatles,
nos alcanzas sigiloso como una monja.
Eres el segundo día
que a los niños les toca estar con su padre,
el segundo día entero en una casa vacía.
Domingo, ya te iba echando en falta.
Sentada en el patio de atrás
con un vaso de Pinot, he celebrado tu llegada.
Los primeros tomates cherry
están madurando en el jardín, ¿lo sabías?
La lechuga, en cambio, sabe aún demasiado amarga.
Me detengo a mirar el cielo más azul que jamás he visto,
un paradisíaco cielo azul turquesa
imposible de concebir sobre mí.
Tan sólo tú eres mi testigo.
Ante la falta de promesas del día a día,
tú eres mi consuelo.
Eres mi errática lista de cosas por hacer,
mis platos en el fregadero,
mi brownie para el desayuno,
mi día sin sujetador.

Traducción de Luisa Pastor

Enlace al poema original

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