viernes, 15 de noviembre de 2019
Acto de entrega del Premio de Poesía "Miguel Hernández"
Compartimos el desarrollo del acto de entrega del Premio de Poesía "Miguel Hernández". En él, además de entregar el galardón a Yolanda Izard y de que esta lea algunos de sus poemas, contaremos con la actuación, tanto al inicio como al cierre, de Luisa Pastor, José Jimeno, Eva García y Raul Pina. También se proyectará el videopoema "Huellas", realizado por Auralaria a partir del poema "Las cosas sienten piedad", perteneciente al libro premiado. Al finalizar el acto, la autora firmará ejemplares de su libro, con los que serán obsequiados los asistentes. Os esperamos...
miércoles, 13 de noviembre de 2019
Yolanda Izard, premio internacional de poesía "Miguel Hernández 2019"
Os presentamos a Yolanda Izard, la autora galardonada con el Premio "Miguel Hernández 2019". Nació en Béjar (Salamanca) y vive
en Valladolid. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de
Salamanca, donde también cursó el doctorado y estudios de Bellas Artes, y ha
realizado un posgrado en ELE. Ha publicado las novelas Paisajes
para evitar la noche
(XXVIII Premio Cáceres de Novela Corta, Diputación de Cáceres, 2003), La
mirada atenta (VII
Premio de Novela Carolina
Coronado, ed. Los Libros del Oeste, 2003),
los libros de poemas Defunciones
interiores (Institución Cultural El Brocense, Cáceres,
2003), El
durmiente y la novia (ed. Sinmar, Madrid, 1997) y Reliquias
del duende (Salamanca,
1983), el breve ensayo Pequeño
manual de la creación de cuentos (Madrid-New
York, 2015), el Comentario
y selección de poemas de la Transición (ed.
Difácil, Valladolid, 2009) y el libro de
microrrelatos
Zambullidas (ed.
Renacimiento, 2017). Ha participado en numerosos libros colectivos, en algunos
con ilustraciones propias. También ha recibido, en 2013, el Premio Andrés
Quintanilla de Poesía.
Es crítica literaria y escribe
reseñas de manera habitual en el
suplemento cultural de El
Norte de Castilla, La sombra del ciprés, y en Revista de Letras, entre otras publicaciones
literarias. Ha colaborado, además, en revistas culturales como Quimera, en las que ha publicado más de
cien artículos literarios. Asimismo, colabora en distintas actividades
relacionadas con el mundo de la cultura.
Ejerce la docencia en la
Universidad Europea Miguel de Cervantes, en Valladolid, y dirige e imparte
distintos talleres de Escritura Creativa de creación propia.
Compartimos un poema de la obra por la que ha conseguido el galardón convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández, Lumbre y ceniza. El poema lleva por título "Construcción del nido":
Compartimos un poema de la obra por la que ha conseguido el galardón convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández, Lumbre y ceniza. El poema lleva por título "Construcción del nido":
Construcción del nido
Construyo un nido para no rendirme,
para envolverme y que no me delaten.
Solemne y protocolaria, arrimo al fuego de mi sangre
la paja y el papel,
la hoja y el plástico,
el barro y la tierra.
Me acurruco dentro.
para envolverme y que no me delaten.
Solemne y protocolaria, arrimo al fuego de mi sangre
la paja y el papel,
la hoja y el plástico,
el barro y la tierra.
Me acurruco dentro.
Dejo que pasen las sombras y las luces,
las golondrinas y los nísperos.
Alejo los argumentos en contra,
la dramaturgia del fracaso,
los vaivenes de la mente ocupada en sí misma.
Me acurruco.
las golondrinas y los nísperos.
Alejo los argumentos en contra,
la dramaturgia del fracaso,
los vaivenes de la mente ocupada en sí misma.
Me acurruco.
Fuera, el viento herido por los hachazos,
la falacia de los motores,
las estadísticas de los almacenes.
Dentro, apuntalo dos ramitas, pipas de girasol
colocadas de cinco en cinco,
seis hojas de enebro y los siete pétalos del arcoíris.
Me acurruco.
la falacia de los motores,
las estadísticas de los almacenes.
Dentro, apuntalo dos ramitas, pipas de girasol
colocadas de cinco en cinco,
seis hojas de enebro y los siete pétalos del arcoíris.
Me acurruco.
Se hace lentamente de noche, muy despacio.
Muy despacio, se van cohibiendo los ruidos,
se delatan las sombras,
un pomelo cae del paraíso.
Me acurruco.
Muy despacio, se van cohibiendo los ruidos,
se delatan las sombras,
un pomelo cae del paraíso.
Me acurruco.
Los higos han madurado y de pronto
se restablece el peso de mi vida.
Dear heather, dice Leonard Cohen
mientras cierro los párpados.
se restablece el peso de mi vida.
Dear heather, dice Leonard Cohen
mientras cierro los párpados.
viernes, 8 de noviembre de 2019
Vuelve el Premio Internacional de Poesía "Miguel Hernández"
Cartel anunciador |
martes, 24 de septiembre de 2019
25 Aniversario de la Fundación Cultural Miguel Hernández
El próximo sábado 28 de septiembre a las 20:00 horas en el Auditorio de la Lonja de Orihuela, la Fundación Cultural Miguel Hernández conmemorará los 25 años de su constitución.
Para tal efeméride, la institución dirigida por Aitor Larrabide homenajeará a reconocidos hernandianos con la entrega de la Medalla al Mérito Hernandiano, que reconoce la labor de estas personas por difundir la figura de Miguel Hernández. En concreto, recibirán tal distinción Juan Cano Ballesta, Gabrielle Morelli, José María Balcells, Francisco J. Díez de Revenga, Agustín Sánchez Vidal, José Carlos Rovira y Juan José Sánchez Balaguer.
El acto contará con la participación de Auralaria Poesía Escénica, que realizará un audiovisual sobre la historia de la Fundación y el perfil de los homenajeados, así como una actuación que, bajo el título "Canción de la lluvia" unirá declamación poética en la voz de Luisa Pastor y música de la mano de la pianista Carolina Llanes. La presentación del acto correrá a cargo de Ángeles Vidal.
domingo, 5 de mayo de 2019
Aula de Poesía "Miguel Hernández": Agradecimiento
Nos faltan palabras para agradecer la respuesta que tuvimos el viernes en el VI Encuentro del Aula de Poesía. Agradecer a la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, en la persona de Aitor Larrabide, su apoyo constante que ha permitido la participación en este acto de Alberto Manzano. Agradecerle a este su disposición a acompañarnos para acercarnos al Leonard Cohen más humano. Agradecer a nuestros músicos, María Sabater, José Jimeno y Eva García Lorca su complicidad. Agradecer a Fuensanta Estremera, Luis Calero, José Luis Zerón y Manuel García su manera de coger un sombrero. Agradecer a Ángeles Vidal su elegancia y compromiso. Agradecer a Leonard Cohen el legado lírico y musical que disfrutamos día a día. Agradecer, por último, a todos los que asististeis vuestro apoyo y entusiasmo.
viernes, 3 de mayo de 2019
"Master song..." Aula de Poesía Miguel Hernández dedicada a Leonard Cohen
martes, 30 de abril de 2019
Alberto Manzano, biógrafo, traductor y amigo de Leonard Cohen en el Aula de Poesía el próximo viernes
domingo, 28 de abril de 2019
"Master Song..." VI edición del Aula de Poesía "Miguel Hernández"
Como viene siendo habitual desde hace seis años, la Fundación Cultural Miguel Hernández y Auralaria organizan una nueva edición del Aula de Poesía. En esta ocasión, la sexta, la dedicamos a la figura y obra del poeta y cantante canadiense Leonard Cohen. La cita será el viernes próximo, 3 de mayo, a las 20:30 horas en el Auditorio de La Lonja de Orihuela, espacio cedido por la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayto. de Orihuela.
El formato, buscando como siempre la experimentación, aúna proyección audiovisual, declamación poética y canto. Además, tenemos el placer de contar con la presencia de Alberto Manzano, biógrafo, traductor y amigo personal de Leonard Cohen, con el que charlaremos sobre el lado artístico y humano del ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2011.
Os esperamos el próximo viernes...
martes, 5 de marzo de 2019
Disquisiciones y reflexiones del actor Luke Perry sobre el “vanitas vanitatis” y el “tempus fugit” al recibir el guion de la película Serpientes a bordo
“But nothing is real even what
you can feel is just illusion”
Now I’m a fool,
Eagles of death metal
No has podido evitar asumir estos papeles,
(todavía no te atreves a llamarlos guion)
con esperanza y desconsuelo.
Los manoseas con algo de desgana,
pero, al final, las palabras de tu representante
(Luke, es un guion de lujo,
lo mejor que puedes conseguir por ahora.
Te abrirá nuevas puertas)
te llevan a obviar el título freaky
(Serpientes a bordo, ¿no había ya un Serpientes en el avión?)
y a comenzar la lectura de sus primeras líneas.
En el reparto te acompaña Tom Berenger
(¿todavía vive?)
y tu papel es el del comandante O'Neill,
militar venido a menos al cumplir cuarenta y tantos
(¿será una metáfora, una indirecta del guionista?)
cuya desafiante misión es matar serpientes en un submarino
(¿las serpientes aguantan la presión del fondo del mar?).
Avanzas un poco más,
entre tuberías, habitáculos minúsculos y puertas cerradas a presión,
y, como si fuese una transición propia de un flashback,
tu mente se abona al antagonismo
y te lleva a una escena que protagonizaste en una serie de juventud.
Representa un ocaso dorado, idílico,
hábilmente tintado por el director de fotografía.
Estás en Beverly Hills y paladeas la vida.
Tu personaje es un marginado, un superviviente,
pero eso no te impide ocupar el asiento de un descapotable
(rojo ¡cómo no!)
aparcado sobre la arena de la playa
(¿la legislación de California permitía meter un coche en la arena?).
En el cassette
(¡todavía cassette!)
suena REM, Losing my religion.
No estás solo, claro.
Te acompaña la chica de la serie, Brenda,
(¿cómo se llamaba la actriz?)
nombre tan sonoro como el de su hermano Brandon
(tampoco recuerdas qué actor lo interpretaba).
La abrazas y con tu cara más compungida
(¡qué pose más estudiada aquella! ¡Cuántos suspiros femeninos generaba!)
le comentas, como haciéndole un favor,
que tenéis que romper,
porque sí,
porque es lo mejor para ella,
porque tu futuro suegro te ha mirado mal,
y porque tu personaje es un atormentado,
un nuevo Werther que no puede ser feliz.
Ella llora.
Se deshace.
Tú apenas la miras.
Eres de piedra.
En ese momento álgido,
piensas en todas las adolescentes pegadas a la pantalla
y que te justifican a pesar de que les pisoteas el corazón.
Son tantas que notas su aliento reconfortando a tu personaje.
Para redondear tu interpretación,
levantas con suavidad, casi haciendo que levite,
tu mano y te atusas el pelo, innecesariamente,
pues la laca que le han aplicado lo ha dejado marmóreo.
Pareces James Dean, te dices
(lo que daría por un final como el suyo).
Tocas la gloria.
Todo está a tus pies.
Una suave y cálida brisa te abraza
y te sume en una sensación indescriptible,
enajenante.
Es la fama,
que durante aquellos años de star system
moldea tu vida con la perfección del photoshop.
Pero un buen día, sin aviso previo del servicio meteorológico,
la brisa deriva en viento
después en huracán
y, por último,
en olvido.
Todo aparece con claridad ante ti ahora,
al notar la ausencia de aquella vida,
su futilidad,
y cuando te miras en el espejo
percatándote de que las imperfecciones que ves en él
no son suyas,
sino tuyas.
Las ha creado el tiempo
en su peregrinaje por tu rostro
desde aquel atardecer en una playa dorada.
Ante la lejanía de aquella imagen,
ya casi onírica,
te afanas en practicar una nueva pose
donde encaje la cita estelar del nuevo guion:
“Sargento, ¿Qué ocurre?”
y que se convertirá en imprescindible,
ya que anuncia la aparición de los reptiles que protagonizan la película
(ellos, te mentalizas, no tú).
Esa frase
- piensas mientras pules la dicción de sargento -
sí que será memorable…
lunes, 11 de febrero de 2019
Reseña de Adolfo Marchena sobre "Regiones más comprometidas" de Alfonso Pascal Ros
Compartimos la reseña sobre el último poemario de Alfonso Pascal Ros, Regiones más comprometidas, que amablemente nos ha pasado el escritor Adolfo Marchena. Esperamos que sea de vuestro agrado.
REGIONES
MÁS COMPROMETIDAS
ALFONSO
PASCAL ROS
Por
Adolfo Marchena
Adentrarse
en la poesía de Alfonso Pascal Ros (Pamplona, 1965) es desnudarse y
arrancarse la piel a pinceladas leves, como las de un pintor
puntillista. En su amplio bagaje de creación, como su título
advierte, tal vez resulte, en sus regiones, una de las obras más
comprometidas escritas por el autor hasta la fecha. Con un ritmo, del
que no se desvía un ápice, equilibrado en la difícil labor de no
atar versos por complacencia, sus versos retienen el golpe en un
tambor africano que nos resulta a la vez cercano y conocido, un viaje
cuerpo adentro donde la historia no es lo que parece. Entre el mar
(plomada, sextante, velas mayores o mescanas) y la tierra (también
el hombre del campo) el hombre es siempre el mismo, esos “propósitos
de un Peter Pan” que descubre la brutal edad que tiene. El autor
nos oculta, aun en el descuido, en un acto de rebeldía, la
disconformidad contra aquellos que abandonan lo íntimo, el que nada
posee, el que cumple “venciendo como vencen los de siempre”
Haciendo mención a la poesía, la historia o la mitología, lanza
sus certeros puñales contra el acto de la creación, contra los
poetas como ordinaria ruleta, poetas de salón donde, en un recital,
la señora de la tercera fila mira el reloj constantemente porque
tiene la cena sin hacer. Hay cierta melancolía “con tanta
certidumbre de mareas”, el hombre siempre combatiendo, para jugar a
ser poetas con ventaja, con esas licencias poéticas de las que
Alfonso Pascal Ros no se aprovecha. Puede doler, doler mucho la
argumentación del autor, inquebrantable, porque a veces exageramos
hasta la soledad. Existe en todo ello, en comunión con el que
entiende de silencios, no menosprecio, al contrario, cierta desgana,
incluso pudor, ante la envidia ajena, de aquel que pretende títulos
y emblemas. Porque el poeta, al fin y al cabo, está solo. Vive
también “ceñido a la deriva y no lo niega”. No niega Alfonso
Pascal Ros que vaya a encontrar su lugar entre el ahora y el después.
Porque lo que tuvimos, lo que fuimos, lo que somos resulta al final
del día. Y porque “de nada servía interrogarlo”, concluye el
libro, con el poema Regiones más comprometidas. Sirva como lección,
aunque no lo pretenda, para todos aquellos y aquellas que (me
incluyo) deseamos encontrar la redondez del texto allá donde el mar
y la tierra se funden, para este autor que no busca del aplauso (ni
se aprovecha del camino recorrido) pero sí pretende y se compromete
a ser palabra en la cartografía del eco, distanciado de ciertas,
llamémoslo modernidades, que por serlo, no dejan de ser inútiles
artificios de moda pasajera.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)