lunes, 3 de diciembre de 2012

Medianoche con Sylvia Plath: "Soliloquy of the solipsist"


Redundando en la exploración sobre el universo poético de Sylvia Plath, nos encontramos con esta joya que os ofrecemos a través de un vídeo: “Soliloquy of the solipsist” (“Soliloquio de la solipsista”), un poema intenso en el que la extraña que fue se sigue manifestando con sus dobleces, paseando a solas por las desiertas y oscuras calles de su personalidad, perdiéndose por esas largas avenidas de árboles descoloridos, aunque alguno verdea, por sorpresa, o por descuido, o por un ademán de vida que su dueña no ha podido del todo reprimir.

Sylvia, en clave dialéctica (“¿yo?”), sintiéndose interpelada, expresa en estos versos el hechizo del subjetivismo, el encanto de creer en un mundo que empieza y acaba en uno mismo, y que a veces se nos enfrenta, nos devuelve la mirada con un gesto altivo, con un ánimo abierto al desafío, sabiendo de antemano que todo contacto o acercamiento es imposible, así como aquel beso inacabado de Narciso.


Luisa Pastor


Os ofrecemos también el enlace con una canción inspirada en Sylvia Plath e interpretada por el cantante estadounidense Ryans Adams.



viernes, 23 de noviembre de 2012

Auralaria participa en la Antología comentada "Carlos Fenoll"


Portada del libro
Manuel García y J. L. Zerón en
el acto de presentación
Los componentes de Auralaria Luisa Pastor Álvaro Giménez   han formado parte del corpus de veintiséis escritores que han glosado poemas del oriolano Carlos Fenoll, dentro de la Antología comentada que ha editado la Concejalía de Cultura de Orihuela, coordinada por José Luis Zerón Huguet. Este es el primer volumen de una colección titulada Memoria Literaria de Orihuela, dirigida por Mariano Abad y J. A. Torregrosa y centrada en autores notables del pasado literario de la ciudad. Luisa Pastor comenta el poema "La hora maldita", a través del ensayo "Siniestro del reloj y una sed nunca saciada". Por su parte, Álvaro Giménez glosa el poema que lleva por título " A Manuel Molina", con el ensayo "La sencilla grandeza". En la antología, han participado autores como Aitor Larrabide, José Muñoz Grau, Ramón Fernández Palmeral, Sesca o Atanasio Díe, entre otros. La presentación de la antología tuvo lugar ayer jueves 22 de noviembre en el Auditorio de la Lonja de Orihuela, corriendo a cargo del escritor oriolano Manuel García Pérez, que también glosa uno de los poemas de Carlos Fenoll.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Algunas fotos de la Entrega de Premios Literarios de la Fundación Cultural Miguel Hernández y algo más...

Os ofrecemos algunas fotos del acto del pasado martes. En ellas podéis ver a los premiados  con los participantes en la entrega de los premios. Agradecer de nuevo a todos los que habéis colaborado con nosotros vuestra incondicional ayuda.

De izquierda a derecha, Javier Gálvez, Eva García, Alain Murcia
Víctor Angulo, Aitor Larrabide, Manuel Rico y Toni Correa.
Abajo, Luisa Pastor, Ángeles Vidal, Daniel Nieves, Samuel
Escribano y Claudia Jofré.
Aprovechamos también la ocasión para anunciaros que Álvaro Giménez García ha quedado finalista del XVII Certamen Nacional de Poesía Adolfo Utor Acevedo, con su poemario inédito Entre estaciones. En el siguiente enlace podéis ver el acta del fallo del jurado.
http://sonia-pj.wix.com/casa-andalucia#!noticias
Los premiados con Luisa Pastor y Aitor Larrabide

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Vídeo de "La primavera lo hace todo", poema versionado por Auralaria, Toni Correa y Alain Murcia en la Entrega de los Premios Literarios Miguel Hernández

Os ofrecemos una muestra de la actuación de Auralaria en la entrega de Premios Literarios de la FCMH llevada a cabo en el día de ayer en el Ateneo Cultural Casino Orcelitano. En concreto, os presentamos, a través del enlace de Laverdad.tv.es, "La primavera lo hace todo", poema del ganador del Premio Nacional de Poesía, Víctor Angulo, con la voz de Luisa Pastor y música de Toni Correa y Alain Murcia. Esperamos que, a aquellos que no pudisteis acudir al acto en directo, os guste. 

A los que estuvisteis, gracias por acompañarnos. 




Os ofrecemos también el enlace (http://www.laverdad.es/alicante/v/20121107/orihuela/solo-miguel-hernndez-20121107.html ) con el artículo que sobre el acto ha salido en La Verdad, al que corresponde esta foto.
Imagen de la dramatización de los poemas
"Sepultura de la imaginación" y "Llamo al toro de España",
creado y dirigido por Luisa Pastor e interpretado
 por Claudia Jofré Montijano, Samuel Escribano y
 DanielNieves, acompañados a la guitarra por Javier Gálvez.

martes, 6 de noviembre de 2012

Poesía y música en la entrega de los Premios Miguel Hernández

Alain Murcia, Luisa Pastor y Toni Correa

Luisa Pastor y Eva García Lorca
Los protagonistas de los poemas que mañana se versionan: A la izquierda"La primavera lo hace todo", de Víctor Angulo, en la voz de Luisa Pastor y con una composición original de Toni Correa.









A la derecha, Luisa Pastor y Eva García, que musicarán "Frente a la intacta luz", de Manuel Rico.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Poemas de los galardonados

Os ofrecemos una muestra de las obras galardonadas con los premios Nacional e Internacional de Poesía Miguel Hernández 2012.
 Por una lado os ofrecemos "Amantes" de Manuel Rico Rego, perteneciente a Fugitiva ciudad, el poemario ganador del Premio Internacional.:

He visto a la que busca
el gozo entre las sombras, 

la luz de primavera.



La he visto en un McDonalds
cuyas anchas ventanas

dan a un jardín espléndido y llovido.



La bolsa donde guarda una modesta compra
duerme junto a la silla

y sus manos, todavía olorosas 
a nivea, se acercan a otras manos, 
que serán siempre anónimas, 
que la acogen y salvan. Su mirada
llueve melancolía y busca
el paraíso en los ojos del hombre
cuyo nombre es secreto. 
                                            Es madura
y no amada hasta esta tarde de abril 
en que sueña entregarse
al amado a escondidas, 
a una felicidad de tránsito.
                                                   (Amantes)


De Víctor Angulo, premio Nacional, "La primavera lo hace todo", del poemario Cierra despacio al salir: 

Cuando no se te ocurra nada más que añadir, aíslate.
Camina por el monte.
Por las orillas de las pistas forestales.
Piensa en Adam Zagajewski, en Richard Ford.
Piensa en Nordbrandt cuando nieve sobre las copas de los árboles.
Dirán que perdiste el rumbo,
pero sabes que no has venido a vencer el hastío incurable que derrama la
costumbre.
Piensa en Roberto Bolaño. Mira el retrato de Houellebecq.
El de Amis, más joven, elegantemente vestido.
Prolonga el paseo toda la tarde hasta que la noche se eche como tirada
a cordel.
Piensa en Andrei Makine.
Observa los tejados llenos de melancolía.
Las tejas apretadas cual celdillas de colmena.
La luz resbalando gris y adversativa.
Verás que hace tiempo que todo ha dejado de ser como al principio.
Hace tiempo que tu opacidad es tu silencio.
El silencio no es lo peor. Las palabras gratuitas son más terribles.
Hay que cruzarlas.
Hay que acometer la tarea de cruzarlas.
Hay que desengañarse. Piensa si no en Juan Rulfo.
Observa si no el temprano cada día que te ofrece la primavera.
Las magarzas sobre los ribazos. El adusto cardo floreciendo malva.
Y, finalmente, el ababol en su supervivencia.

Esperamos que os gusten y que disfrutéis de su presencia mañana a las 20.00 horas en el Salón Imperio del Ateneo Cultural Casino Orcelitano.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Acto de entrega de los Premios Literarios de la Fundación Cultural Miguel Hernández


Foto del acto de entrega de los Premios literarios 2011
Os recordamos que el próximo martes 6 de noviembre a las 20.00 horas en el Salón Imperio del Ateneo Cultural Casino Orcelitano organizamos, junto a la Fundación Cultural Miguel Hernández, la entrega de los premios literarios. Hoy justamente, se cumple un año de la entrega de los premios 2011. Desde esta página queremos enviar un afectuoso saludo a los premiados del pasado año: Pedro A. Curto, Carmen Garrido y Álvaro Tato, en recuerdo de los buenos momentos vividos durante la entrega de los galardones.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Auralaria pone voz a los Premios Literarios de la Fundación Cultural Miguel Hernández

Cartel anunciador de los Premios Literarios 
Tal como ocurriese en 2011, Auralaria organiza de nuevo , junto a la Fundación Cultural Miguel Hernández,el acto de entrega de los Premios Literarios Miguel Hernández. El evento tendrá lugar el martes día 6 de noviembre a las 20.00 horas en el Salón Imperio del Ateneo Cultural Casino Orcelitano. En esta edición los premiados han sido: 

Premio Internacional de Periodismo: Miguel Ángel Nepomuceno y Santos Escarabajal.
Premio Nacional de Poesía: Víctor Angulo Lasheras, por Cierra despacio al salir.
Premio Internacional de Poesía: Manuel Rico Rego, por su poemario Fugitiva ciudad.

Al igual que en la edición del año pasado con los premiados de poesía Carmen Garrido y Álvaro TatoAuralaria pone voz a dos de los poemas de los premiados. Por un lado, de Víctor Angulo, Luisa Pastor dará vida al poema "La primavera lo hace todo", con acompañamiento musical de Toni Correa y Alain Murcia, que han compuesto una composición ex professo para este número. 
Premiados de periodismo
y premio nacional de
poesía
Por otro lado, del poemario Fugitiva ciudad, de Manuel Rico, Luisa Pastor adapta el poema que se inicia con el verso "Frente a la intacta luz", acompañada musicalmente por Eva García Lorca.
Además de estas dos actuaciones, el acto se abrirá con una adaptación dramática de los poemas de Miguel Hernández  "Sepultura de la imaginación" y "Llamo al toro de España", realizada y dirigida por Luisa Pastor e interpretada por Claudia Jofré, Samuel Escribano y Daniel Nieves, acompañados musicalmente por Javier Gálvez.

El acto será presentado por Ángeles Vidal Guevara y cuenta, además, con la colaboración de la Concejalía de Cultura  y del Excmo. Ayuntamiento de Orihuela.
Agradecer también la ayuda inestimable de Roberto Lorente, Mila Montijano, Mari Carmen Martínez y Manuel Andreu.
Premio internacional de
 poesía, Manuel Rico.




Os esperamos...

martes, 9 de octubre de 2012

Versos de rebeldía: "Walkers of air" by Sylvia Plath


SYLVIA PLATH: LA APERTURA AL INCONSCIENTE Y LA OTREDAD

La obra poética de la norteamericana Sylvia Plath es tan inquietante como su propia vida. Escritora precoz y muy consciente de su papel en el mundo como intérprete de una realidad no precisamente aparente, su biografía alimenta el mito del artista incomprendido, al margen de la aceptación mediocre.

Sus poemas no son fáciles de glosar, parten de una propuesta que es, de entrada, irracional, ambigua, en muchas de las ocasiones. Razón y sinrazón alternan en sus versos, como en las propias fotos que de su figura conservamos alternan dos Sylvias, como mínimo, dos mujeres: una, alegre, conforme, vitalista (por ejemplo, esa joven rubia que posa en la orilla de la playa ataviada con traje de baño, pagada de su belleza, como una modelo); otra, sombría, presa de la alucinación inteligente, lejana, lejana, clarísimamente remota. Sola en un paisaje casi siempre invernal, deshojado.

Sus palabras prosiguen un camino  decididamente abierto a la introspección, a hacer del mundo interior, de la impenetrable psique, el propio cosmos poético. En un proceso marcado por un acentuado egotismo, su poesía se aleja de lo asequible, de la lectura cómoda y fácil. Penetrar en el universo íntimo de Plath es asumir el riesgo de dejarse fascinar por sus claroscuros, de conducirse temerariamente entre sus muchas sombras.

Ella misma se confiesa, se reconoce como “una graja siniestra, meditabunda”. Advierte a quien a ella se acerca de sus estragos, en aras de algo que le exige un permanente sacrificio. Encuentra a su paso los caminos torcidos, con una improbable posibilidad para las rectas o la simple hermosura. Y, sin embargo, hay belleza en sus versos, incluso lugar para la ternura y la dicha. Aunque no basten para apartarla de la escarcha definitiva.

La orografía de Sylvia la imaginamos densa de negras lagunas, andantes desgarbados, ruinas, sueños desvalorizados, perturbadores desiertos y un sujeto que a veces logra vencer esa terquedad de hallar en todo síntomas de holocausto.

Su suicidio alimenta el mito de esa constante huida, o acaso sería más acertado decir, de esa constante búsqueda. Explicar su desaparición a resultas del abandono de su marido, el también poeta Ted Hughes, es querer simplificar mucho el estado de las cosas. Para Plath su familiarización con la muerte, su inclinación a ella, es anterior incluso a su matrimonio. La pérdida de su padre, a los ocho años de edad, la marcaría profundamente y junto con su naturaleza sensible le acarrearía continuas caídas depresivas, con sus respectivos tratamientos de choque.

 ¿Esas son experiencias que pueden explicar y abarcar en grado absoluto el misterioso ser que fue Sylvia Plath? Lo dudo. Su desaparición física fue el momento culminante de una continua serie de desapariciones progresivas, el fruto último de una severa dieta  de  levedad que la lleva de la mano a la extinción, sin resistencia. Un paseo suave, tranquilo, hacia la muerte.

 A mí me gusta imaginar que quedó un día ahumada en el cristal luminoso de la ventana, o presa de su doble en un espejito mágico que nadie ha conseguido aún localizar. Por fin hecha una con esa otra…







miércoles, 22 de agosto de 2012

Dibujo y poesía... Desnudez




En esta doble vertiente que sigue Auralaria, homenajeando por un lado a la palabra y, por otro, a la imagen, os ofrecemos una toma de contacto con una colección de dibujos de José  Aledo, editada por Empireuma, y que involucra a un círculo de amigos del pintor muy cercanos a su obra: la poetisa Ada Soriano, autora de los textos que acompañan a cada uno de los 112 dibujos que integran los seis capítulos del libro (no se trata, precisemos, de poesía ilustrada, sino de ilustración poetizada), José Antonio Lozano, encargado de la edición y el prólogo, y el poeta José Luis Zerón, que cierra el trabajo de equipo con un profundo ensayo titulado "El sabio desnudo: la belleza palpitante de la imperfección", en el que pondera tanto el elíptico e inquietante decir de Ada Soriano como el bello y deforme humanismo de las imágenes del pintor. De momento, la obra se ha publicado únicamente en versión digital a través del blog de Muñoz Grau (http://www.mgrau.es/category/jose-aledo-sarabia/)

Desde aquí, felicitamos a todos quienes han tomado parte en este magnífico trabajo, en especial a Pepe Aledo, cuya nota a pie de obra reproducimos parcialmente  aquí con la esperanza de que para el lector sea insuficiente y ello le mueva inevitablemente a mirarse desnudo e inteligente en unos dibujos que  han alimentado todo un arte y modo de existencia en la indagación.    

"Acaban de ver lo mejor que he sido capaz de hacer. La créme de la créme de mi poética, el hombre en verbo ser y estar. El Homo sapiens en cueros, el "Sabio" desnudo. Hace más de treinta años que mis dibujos no hablan de otra cosa que del ser humano. Con nuestras miserias o nuestra patética grandeza. Seres en contingencia, en equilibrio inestable. Son y están para que les contemplemos, posan para tus ojos, desarropados, sin otra meta, ni fin".

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Mira... Piensa... Recuerda... Sueña...  (Auralaria)
                                                 



 Entras en mí como
una sombra que
desea retornar  a su
cuerpo. Nos
acoplamos.
Seremos uno, sin
partición.




Está tumbada.
Sueña.
La bestia la
conducirá al
paraíso donde
fornicar será lo
único que exista.
No hay nada más.
La luna no quiere
ser cómplice.



Me recuerdo sobre
el mar al lado de la
luna. Me aferro a los
orígenes del mundo.

Mientras sueño, mi
maestro también
sueña.
Soy parte de su
trayectoria.




viernes, 13 de julio de 2012

Celan, el poeta de los mil naufragios


VIVIR SOBRE LA VIDA MUERTA
por José Luis Zerón Huguet

Paul Celan
Paul Celan (seudónimo de Paul Antschel), uno de los poetas más celebrados y herméticos de la lengua alemana, nació en 1920 en Chernovich (Bucovina austrohúngara) de una familia germanoparlante de tradición jasídica. Su voz está marcada por el dolor y por una insaciable necesidad de conocimiento. Fue deportado con sus padres a un campo de concentración nazi. Él sobrevivió, pero ellos murieron. Esta pérdida, muy sentida, le dictó los poemas de más aliento. En 1947 abandonó Rumanía para pasar una temporada en Viena, donde publicó su primer libro de versos  Der Sandus den Urnen (La arena de las urnas). En 1948 se trasladó a París y allí obtuvo la nacionalidad francesa y casó con la artista gráfica  Gisèle Celan-Letrange, con la que tuvo dos hijos (el primero fallecido a los pocos años). Realizó estudios de  filología germánica y lingüística en la Sorbona y fue profesor de literatura alemana en la École Normale Supérieure a partir de 1959.

Aunque alcanzó relevancia internacional (en 1960 obtuvo el premio Büchner de los libreros alemanes) se sintió solo y a veces perseguido. Era un hombre difícil poco dotado para las relaciones sociales, pero trabó una gran amistad epistolar con la Nóbel Nelly Sachs, que también sufrió la desaparición de casi toda su familia en los campos de exterminio y cuya poesía tiene muchas afinidades con los primeros libros de Celan.  Con la poetisa austriaca Ingeborg Bachmann, que le abrió muchas puertas en el mundillo literario, mantuvo una relación pasional llena de claroscuros. Celan sufrió depresiones, rupturas, incursiones en el alcohol, incluso crisis de delirios, al punto de intentar matar a su esposa en una ocasión. La muerte de sus padres y su sentimiento de culpa como superviviente, sumado a una grave acusación de plagio por parte de la viuda del poeta Ivan Goll, hizo añicos su frágil sensibilidad. En la noche del 19 al 20 de abril de 1970 se arrojó al Sena desde el Puente Mirabeau (París), cantado por Apollinaire en uno de sus poemas más bellos; allí donde el río es ancho y la corriente más fuerte. Un pescador encontró su cadáver días más tarde.
            Como escritor Celan tradujo y escribió poesía. A lo largo de su vida no publicó prácticamente prosa. En total su obra poética, compuesta entre 1938 y 1970, abarca unos 800 poemas y está dividida en dos etapas claramente diferenciadas. En los primeros libros la estética celaniana, aunque compleja, es transitiva, flexible y musical. En sus versos están presentes los románticos alemanes Hölderlin y Novalis, los tres grandes poetas espiritualistas Von Hofmannsthal, Rainer María Rilke y Stefan George,  Trakl y los poetas principales del Naturlyrik (Johannes Bobrowski, Ingeborg Bachmann y Günter Eich), y también se percibe la influencia del surrealismo y la riqueza de imágenes bíblicas. A partir del quinto libro, Die Niemandsrose  (La rosa de Nadie), 1963, hay un punto de inflexión: Celan abandona el virtuosismo y la fluidez rítmica y empieza una poesía de destrucción que desafía la inteligibilidad. En este periodo adscrito a la desidealización del lenguaje, calificado como hermético, experimental o metapoético, Celan expresa un mundo interior mítico y metafísico torciéndole el cuello a la gramática y a la sintaxis, inventando retruécanos y neologismos, refundando un cúmulo de palabras devaluadas por el uso. Adelgaza el poema hasta convertirlo en críptico aforismo. El lenguaje aspira a perder su carácter mediatizador para convertirse en un fin en sí. No depende de lo designado y es fiel a las compulsiones de la palabra.
            Desde luego, el hermetismo de Celan no es nuevo; está presente en Mallarmé y Joyce, en  Ezra Pound, César Vallejo y e.e. Cummings y en los poetas concretos alemanes y brasileños, pero su originalidad estriba en un carácter personalizador y elegíaco, y una capacidad para confrontar tradiciones y culturas muy diversas, desde la mística judía, hasta la filosofía de Benjamin, Heidegger y Adorno, pasando por el lenguaje científico. Celan crea una poética paradojal (escribió en la lengua de los verdugos y admiró al filósofo filonazi Heidegger por su acercamiento al misterio de la poesía, con quien se encontró en un par de ocasiones decepcionantes para el poeta) que trata de responder a las dos grandes preguntas sobre la poesía: “¿Para qué poetas en tiempos de carencia?” (Hölderlin) y “¿Se puede escribir poesía después de Auschwitz?” (Adorno). “El hombre de los mil naufragios”, como lo llamó Michaux, no supo responder a la primera pregunta, aunque demostró que en tiempos oscuros los poetas son necesarios para crear lugares habitables en las grietas del ocaso. La segunda cuestión la resolvió afirmativamente con sus poemas. Insólitos. Celan creía que un mundo nuevo es imposible sin un nuevo lenguaje.
            Celan nunca encontró cobijo y vivió a la intemperie entre dos reinos: el de la luz y el fuego y el de la noche y la ceniza. Su poesía, alusiva y elusiva, resulta misteriosamente precisa y a la vez inasible en su lenguaje sintético. Sus versos agónicos, fragmentados, revelan la extrañeza del propio abismo y el del lector con una polivalencia significante. Requieren lectores atentos que no teman a la inclemencia de una metafísica que no se entiende y asuman el riesgo de avanzar entre rescoldos.
            La poesía de Celan ha sido vertida a las lenguas más habladas y desde su muerte se han sucedido estudios sobre su obra en todo el mundo. Aquí, en España, ha sido traducida, entre otros, por Jaime Siles, Jesús Munárriz, Felipe Boso, José Ángel Valente y J. L. Reina Palazón.
            Fuga de muerte es, sin lugar a dudas, el poema más conocido de Celan y el que figura en casi todas las antologías del autor. Pertenece a MohnundGedächtnis (Amapola y memoria), su segundo libro, publicado en 1952. Es uno de los grandes poemas del siglo XX. Según el crítico Siegbert Prawer, es comparable en importancia al Guernica de Picasso. El título alude a la estructura del poema, concebido como una fuga musical y a la vez hace referencia a los músicos judíos obligados a tocar mientras sus compañeros cavaban fosas o en orgías de los SS alemanes con jóvenes judías. Destaca en la obra celaniana por su longitud y accesibilidad. Es un ejemplo de cómo un poema de denuncia se aleja eficazmente de la verborrea hiperbólica y la topiquería sentimental hasta alcanzar una memorable maestría metafórica.


Videomontaje: "Fuga de la muerte"
por Luisa Pastor


Una noche, tras la presentación en el Ateneo de Orihuela del libro “Rostros de tiza”, de nuestro amigo el escritor Manuel García, nos hallábamos un grupo de inquietos tertuliando a deshora en la terraza del barecillo situado frente al Teatro Circo. Cerveza en mano, noche apacible y amena, espléndida conversación… De ahí surge este montaje que hoy presentamos. El culpable: el poeta José Luis Zerón, que me reta personalmente arrojándome el guante de enfrentarme a la poética de Celan, en concreto a un poema que él consideró que nunca había oído declamar como le gustaría.  

Cuando leí el poema, la misma mañana siguiente, supe que ese poema era para mí. Creo que José Luis lo sabía también. Con todo, pasado el primer entusiasmo, es un poema que me ha brindado no pocas inseguridades, pero también grandes satisfacciones, he luchado contra su patetismo y a la vez me he dejado arrastrar por su desolada esperanza en el hombre, convertido en un ser macabro y sensible a la vez, un monstruo bicéfalo cuya mirada es insoportablemente gélida, siendo humana, como en principio debiera ser. Un niño que como tal juega a ser despiadadamente cruel. No debemos olvidarlo… Por eso Celan es imprescindible: por lo que dice y por cómo lo dice, con un chorro de conciencia que se declara incapaz de razonar esta compleja naturaleza o maquinaria nuestra,

                        como no sea a través del delirio...

sábado, 30 de junio de 2012

Versos de la rebeldía: El dulce milagro con acompañamiento de tango.

Os ofrecemos una nueva versión del poema
 El dulce milagro, de la uruguaya
 Juana de Ibarbourou,
 con acompañamiento musical
del tango
"Recuerdo".
Pincha abajo para oírlo.






miércoles, 27 de junio de 2012

Versos de la rebeldía: El dulce milagro, de Juana de Ibarbourou.

Os ofrecemos uno de los poemas más bellos de la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou, declamado por Luisa Pastor. Dos pintores delicados y evocadores, Pierre August Renoir y Giovanni Boldini, ilustran la entrada.



Versos de la rebeldía: “El dulce milagro”, de Juana de Ibarbourou

De todas las imágenes que evocan la figura del artista yo me quedo con esta de Vicente Huidobro en la que el poeta se levanta y, con voz firme, con toda la fuerza de sus pulmones, clama a la Naturaleza: “Non serviam”,  “No te serviré, no he de ser tu esclavo”.

En Juana de Ibarbourou hallamos esa querencia revolucionaria, ese deseo de réplica contra la lógica, contra el imperio todopoderoso de la razón, contra el tiránico pragmatismo que rige a la inmensa mayoría de los hombres, envarados en los rigores de sus leyes, líneas y formas.

“El dulce milagro” es más que un poema, es una oda a todos los quijotes, a todas las frágiles criaturas afanadas en dar fama a su delirio, fantasmas del idealismo que sobrevuelan los trigales con plena conciencia de ser señalados, o burlados como el desvalido albatros de Baudelaire. Es una alabanza, una bendición al deleitoso retiro de la locura, la tergiversación…



… desde la fronda de sus manos, el ser poeta arroja una rosa como una  lanzada a la atmósfera ordinaria, buscando el homenaje en los territorios de la fantasía, esa maravillosa pulsión imaginativa que nos aparta del ruido,

                                   en  una celda en la que realmente nunca llegamos a estar solos…


Luisa Pastor

martes, 12 de junio de 2012

Reseña de José Luis Zerón sobre "Hielo", poemario de José Luis García Herrera

POR LOS CAMINOS DEL FRÍO

Portada del poemario
José Luis García Herrera, nacido en Esplugues de Llobregat en 1964, es rapsoda, crítico literario, narrador y antólogo (en 1994 tuvo el detalle de incluirme en la antología Los nuevos poetas, editada por la inolvidable Seuba, y nos hicimos amigos. Siempre le agradeceré aquel espaldarazo), pero por encima de todo en un veterano poeta con dieciséis títulos de poesía y varios premios importantes a sus espaldas, merecedor de un mayor reconocimiento por parte de la crítica. Sus primeros poemarios, Lágrimas de rojo niebla (1990, Premi Vila de Martorell 1989) y Memoria del olvido (1992)  son imaginativos, arrebatados, intensos, con una tendencia visionaria y marcadas influencias del surrealismo, el Neruda más metafórico y los poetas de la Generación del 27, especialmente Vicente Aleixandre. En su tercer libro, Código privado (1996) inicia una evolución hacia una poética templada, lúcida, transitiva, de hondo contenido humano, que podríamos llamar figurativa           
Hielo,  último libro de poemas publicado por el autor (Premio Rei en Jaume, 2011) tiene una relación argumental con dos poemarios suyos: Mar de Praga (2005, Premio Blas de Otero 2004) y Cuaderno de Britania (2010, Premio Juan Alcaide, 2010). En mi opinión, los tres poemarios conforman una trilogía sobre el viaje como metáfora en la poesía de José Luis García. El título de este último es escueto, sentencioso y sugerente. Tiene un doble sentido geográfico y existencial,  pues alude al clima nórdico, inhóspito, cuando no agresivo para un hombre mediterráneo, y a la crisis anímica del poeta, desamparado, solo y a la deriva con sus íntimas catástrofes por una ciudad que les del todo ajena y con la que, no obstante, se identifica. De hecho, la nieve y el sentimiento de orfandad son los dos núcleos temáticos de este libro que se abre con el poema El viaje (Madrid- Copenhague):“El viaje posee matices de destierro./ No solo es la distancia física la que separa/ el tacto cercano de los cuerpos. Hay otra distancia –la cotidiana, la afectiva-/ abriendo un abismo en las fronteras del corazón./ El viaje recorre ambas distancias, las aleja,/dejando en el ánimo cierta sensación de desamparo, de orfandad, de pérdida/ ante los miles de personas que cruzan/ la amplia terminal del aeropuerto”.
El libro continúa con poemas que son breves anotaciones de un estado de ánimo cercano a un naufragio que no llega a consumarse. El poeta, turbado flâneur, se mueve por la capital danesa, camina por sus calles y plazas, siente el frío de la noche, se refugia en los cafés. Le fascina la tierra del Norte y al mismo tiempo experimenta los rigores de un viaje que tiene muy poco de iniciático y mucho de ritual fatalista: “Es otoño, pero parece invierno. Lejos de aquí/ mi madre cose el silencio de la casa/ que han abierto sus hijos con la ausencia (…) El frío de la noche borra las huellas de mis manos/. Todo enmudece. Todo adquiere el color blanco /que anuncia el mar de la nostalgia/ y la negrura espesa que precede al silencio. / Lejos, muy lejos, mi padre lee unas cuartillas/ las palabras que no sé decirle por teléfono./ El frío de la noche ha cerrado las puertas”(El frío de la noche).
La nostalgia y la poesía son asideros contra la soledad y la intemperie (“La poesía es mi refugio”, escribe el autor), si bien también pueden tener aristas: “un verso me descubre la tormenta interior/ en la que desordeno la verdad de la lluvia.” (caminos cruzados). “Soy huésped de mis ruinas./ Todo lo que levanté/no evitará mi paisaje al olvido (…)” (La sombra del silencio). La palabras no siempre consuelan, ni posibilitan el acercamiento a la vida: “No hay palabras que cierren/ las heridas del silencio. Ni miradas/ que escarben más allá de la sombra/ El paso lejano de la noche/ aviva el deseo de la mujer que añoras./ Besas el perfume caído en las esquinas/ de las almohadas. No hay veneno/ más amargo que el frío de la ausencia (Veneno). Y esa ausencia omnipresente percute con dureza en el poema Hablando solo, así como en los versos finales de Gammel Kongevey (“Nadie me ayuda/ a recoger los escombros/ de mis propios pasos”) y en ese tierno poema titulado Compartimos soledad –no exento de patetismo- dedicado a la sirenita, la escultura más famosa de Dinamarca: “Nos une esa mirada perdida en el vacío, ese destino/ trazado sobre las olas frías de la espera”.
José Luis García Herrera ha trabajado este poemario con un lenguaje austero que refrena el ensueño y el estallido del caos. Los poemas parten de pequeñas anécdotas biográficas y de lugares comunes, pero concluyen en lo esencial. Son sentenciosos –a veces casi aforísticos-, translúcidos, monocromáticos y silenciosamente tormentosos, aunque sensitivos. Con un tono entre lírico y narrativo, el poeta expresa su soledad, su tristeza, su perplejidad, y lo hace sin énfasis, con una serenidad estoica. El discurso de Hielo está elaborado con la sustancia personal del autor, pero no es solipsista o egocéntrico. El confesionalismo, siempre lúcido y evocador, está dotado de una sincera humanidad. El lector puede entrar en él y hacerlo suyo sin el menor esfuerzo. El paisaje frío y crepuscular por el que transita el poeta, allí donde acontece la ruptura de la luz, es también el camino para llegar al fondo de la realidad.
 Pese a todo, Hielo tiene sus epifanías cotidianas, sus momentos de esperanza –la esperanza anida en la ausencia-, emotividad e íntima y fugaz felicidad: “Hoy es hielo lo que encuentro/ a cada día que pasa. /Con la ilusión del niño/ que ignora que todo juego acaba/ me aferro a los aromas de este sueño/ que puebla de naranjos mi almohada (sueño). En el mismo tono de reconciliación con la realidad están escritos los versos finales de Color de tu presencia: “Guardo en mis labios el sabor de los tuyos…/ El calor de tu presencia abriga mis sueños./ Y al regresar a la calle, al mar de la noche, / los puñales del frío ya no hieren mi carne/ ni me roban la sonrisa los fantasmas del hielo”. Y también los versos esperanzados de A su manera,  el poema que cierra el libro: “He salido a recorrer esta ciudad con otros ojos/ y he aprendido a amar lo que por distinto/no deja de ser hermoso a su manera”.
José Luis García Herrera ha escrito con palabras sencillas un libro de poemas equilibrado, maduro, medular, que nos aflige y conmueve por su melancólica belleza.

José Luis Zerón Huguet


Hielo, José Luis García Herrera, Ajuntament de Calvià, Mallorca, 2012.



PASEO POR NYHAVN

Si quedara una silla frente al mar
o una roca blanca
sobre la que sentarse con una cerveza
y un libro de poesía de Antonio Gamoneda,
o un ángulo muerto
desde el cual espiar a dos mujeres gesticulando
y hablando sobre los meses de verano,
me quedaría quieto, con los ojos cerrados,
escuchando el rumor de un agua lenta
descifrando los versos escritos sobre el hielo
que gotean la savia de su esencia
por manos adiestradas a peinar
las contradicciones del viento.






miércoles, 30 de mayo de 2012

Charles Baudelaire: reseña de La Folie Baudelaire por José Luis Zerón y un audiopoema: "Lo irremediable", por Luisa Pastor



Portada del libro
de Roberto Calasso
Es curioso que Charles Baudelaire, enemigo del progreso del siglo XIX y representante del elitismo aristocrático, sea el precursor de la poesía vanguardista y un icono de la modernidad. En La Folie Baudelaire (Anagrama), último libro de Roberto Calasso, erudito, ameno, vigoroso, inclasificable, se explica el enigma de este poeta desarraigado, paradójico reaccionario, esteta en guerra permanente con la mediocridad y admirador, sin embargo, de algunos talentos mediocres como Merimé o  Costantin Guys, a quien calificó “como el pintor de la modernidad”. Baudelaire deploró la dependencia de tantos escritores y artistas prostituidos por la obligación de producir, pero se adaptó a la naciente industria cultural debido a su sempiterna precariedad económica –aquí podemos encontrar uno de los muchos paralelismos con su alter ego norteamericano, Edgar Poe- e incluso fue aspirante a la Academia francesa y mendigó una reseña al crítico Saint Beuve, quien accedió finalmente con un texto paternalista y no exento de mordacidad. El ensayista italiano afirma que Baudelaire es “el más arcaico de los modernos” y destaca otra paradoja: una de las peculiares virtudes de su poesía es precisamente su falta de soltura, su exceso de peso y densidad. “Su palabra está cargada diga lo que diga. Hay un exceso de linfa, un adensamiento de energía, una presión de lo desconocido que la sostienen y al fin la abaten”. La folie Baudelaire es a la vez una monografía sobre el personaje prototípico de la flanerie y una obra sobre el nacimiento de la modernidad en el París decimonónico
        Con todo, lo que me ha parecido más atractivo de este libro repleto de analogías es el complejo sueño que el autor de Las flores del mal transcribió en una carta a su amigo Asselinau nada más despertar en la madrugada de 1956. Calasso lo reproduce íntegro en el capítulo cuarto y le dedica un profundo análisis. El sueño es un  relato perturbador que me recuerda al mundo de Fellini, “un cuento sorprendente –como lo califica Calasso-. Acaso el más audaz del siglo XIX”. En su carta a Asselinau, Baudelaire define su sueño como “un lenguaje jeroglífico del que no tengo la clave”. Resulta difícil no relacionar por contraposición esta confesión de impotencia con la arrogancia que, veinte años después, exhibe Rimbaud en sus Iluminaciones, proclamando en repetidas ocasiones que él es el único que comprende el sentido oculto de la vida. Recordemos el final de “Parada”, el cuarto poema de la serie: “Solo yo poseo la clave de esta parada salvaje”.

José Luis Zerón Huguet

sábado, 26 de mayo de 2012

Zona de ensayo: "LSD" por Luisa Pastor


¿Qué tenemos hoy que no se deba a una revolución, a un movimiento que dé contestación a una época de decadencia? Nuestro modo de vida, despreocupado y feliz, por ejemplo, ha sido la pildorilla que nos entregaron, entre otros,  los visionarios de los 60, gracias a sus propias movilizaciones. Más allá de Woodstock, el mundo comenzó de nuevo a revisarse: cuestiones de tolerancia interracial, de emancipación femenina, de libertad sexual, de antibelicismo, de preocupación por el medioambiente,… fue el regalo que nos hicieron  aquellos jóvenes, retratados de manera muy simplista e interesada por algunos de sus contemporáneos, como  el ex – presidente de los EEUU, ya desaparecido, Ronald Reagan (al menos, éste reconocía que era actor), quien, en el colmo del desparpajo figurativo, dio su propia definición de aquellos rebeldes individuos, sin paliativos:  “tíos –dijo- con el pelo como Tarzán, que caminan como Jane y que huelen como Chita”.  Por no hablar (me imagino que se quedaría con algo en la punta de la lengua) de sus excentricidades estilísticas y étnicas, sus arco iris de idealismos fútiles, su inclinación anárquica y apátrida, sus marginales comunas o su célebre debilidad por las sustancias enajenantes, como la marihuana o el LSD. Y ya que hablamos de esa mítica droga, cabría recomendarles a nuestros políticos y, ¿por qué no?, a ciertos civiles más que cómodos y materialistas, un buen chute de esos combinados, un cóctel especial, entre parlamento y parlamento, de Libertad,  Sentido del deber  y  Decencia.  No sé, no sé… Lo mismo sus organismos no lo resisten… Mejor que prueben primero a escuchar a Joan Baez, y así empiezan poco a poco a iniciarse en esa cosa tan alucinógena que llamamos derechos humanos.  
Luisa Pastor



jueves, 24 de mayo de 2012

Auralaria en "Cosas que pasan"

Compartimos con todos vosotros la reseña que en el periódico La Verdad de Orihuela, en la sección Cosas que pasan, de Concha Montijano, se hace de la última novela de Manuel García, Rostros de tiza, y del montaje promocional que realizamos para su presentación al público orcelitano.

Portada del montaje. Fotografía Joaquín Marín.

Auralaria, de nuevo, en el blog "Poesía de mujeres"

Marina Tsvietáieva
De nuevo, uno de nuestros trabajos, el videomontaje dedicado a Marina Tsvietáieva, aparece en el blog Poesía de mujeres. Agradecer desde aquí a Ana Muela su implicación con nuestra labor y su difusión. Os damos el enlace directo con esta página plagada de grandes voces femeninas.
http://www.poesiademujeres.com/2012/05/ti-dentro-de-un-siglo.html

viernes, 18 de mayo de 2012

Versos de la rebeldía: "A ti, dentro de un siglo" de Marina Tsvietáieva


Os presentamos un homenaje a Marina Tsvietáieva, con la voz de Luisa Pastor y la colaboración inestimable de José Luis Zerón, que nos da su visión personal y única de la poetisa rusa. Además, os entregamos un poema inédito de Luisa Pastor inspirado en Tsvietáieva.



MARINA TSVIETÁIEVA: UNA POÉTICA DE LA INTEMPERIE
Hace algún tiempo fui invitado a dar una dar una charla en un instituto. Al finalizar la misma, una profesora me preguntó: ¿“Por qué ya no hay poetas como Marina Tsvetáieva?”. Desconcertado, improvisé una respuesta para salir del paso. Hoy tampoco sabría responder con precisión a tan audaz pregunta. Solo se me ocurre pensar que la gran escritora rusa Marina Tsvetáieva (1892-1941), vivió en una época en la que todavía se creía en los poetas, no como meros artesanos de la palabra, sino como artista fervorosos dotados de una sensibilidad especial para vivir atentos a la revelación –que podía surgir en las honduras del yo o en la convivencia cotidiana- y capacitados para afrontar riesgos, privaciones y sufrimientos. Como sus amigos, Boris Parternak y Anna Ajmátova, Marina vivió a la intemperie desde muy joven, constantemente violentada por el infortunio y la barbarie. Como ellos escribió a todo riesgo, sin la red protectora de la retórica. Toda su vida fue una tragedia que encaró con un coraje y una dignidad que solo el descreimiento de nuestro tiempo nos impide llamar heroísmo.
Sufrió la pobreza y el exilio, cuando acompañó a su marido Serguéi Efrón, un capitán en activo que huyó de la revolución rusa. Primero en Praga (1922) y luego en París (1925). Tuvo dos hijas, Irina y Ariadna y un hijo, Gueorgui. Alejada de los círculos literarios parisinos no encontró el reconocimiento que merecía. Pero ella, que nunca perdió la fe en la poesía –aunque siempre temió perderla-, escribió estos versos clarividentes: Mis poemas serán saboreados como raros vinos/ cuando sean viejos.
Nostálgico de su patria, Serguéi Efron fue simpatizando con la causa soviética y aceptó trabajar para el servicio secreto. En 1937 cayó en desgracia y fue obligado a regresar a Moscú. En 1939 Marina Stvetáieva volvió a la Unión Soviética para reunirse con su marido. Ese mismo año Serguéi y su hija Ariadna fueron arrestados. Marina respondió a los continuos agravios y humillaciones con la ofrenda de su poesía, que no claudicó ante el nuevo dios y la ciega multitud que lo adoraba.  Aunque escribió teatro, ensayo, un diario y abundante correspondencia, es en su poesía –elaborada con un lenguaje cuidado y de gran potencia visual y sonora- donde resalta la verdadera llama de su talento creativo en perpetua lucha contra el sufrimiento. Sus poemas, plagados de diálogos y preguntas, se extienden por los vastos territorios de la analogía y acuden al misterio y se internan en la espesura a través de elipsis o repentinas rupturas de lo previsible. Los versos fluyen, respiran, se entregan a la deriva de su propio aliento con un insólito resplandor de aurora y de ocaso; en ellos se mezclan el latido aventurero de lo naciente y la intensa solemnidad de lo que finaliza. Una de sus traductoras, Selma Ancira escribió: “Tsvetáieva logró pulverizar las palabras, logró que suenen de una manera distinta”. En mi opinión, Antes del fin, título premonitorio, es el mejor poema de Marina Tsvetáieva y junto a Réquiem, de su amiga Ajmátova, el gran poema de la literatura rusa
El temperamento resistente de Marina, manifestado en muchos de sus versos, se encaró contra el sentido trágico de la existencia: “No te llevarás el rojo de mi mejilla/, poderoso como el desborde de un río./ Eres cazador pero no me rendiré./ Tú eres la persecución, pero yo soy la fuga”.
Su hija Ariadna manifestó en su libro Marina Tsvetáieva, mi madre: “Escribía de mañana, bien temprano, con el estómago vacío (…) podría escribir cualquiera fueran las circunstancias que la rodearan y de hecho así lo hizo”.
Pero tanta rebeldía contra la siniestra realidad, tanto coraje, tanta intemperie, tantas pulsiones heroicas tuvieron un límite. En 1941 Serguéi Efrón fue fusilado. Ese mismo año, Marina se suicidó buscando la consolación en un paisaje lejano, el espacio de paz que cantó e invocó en muchos de sus poemas.
José Luis Zerón Huguet




Ya que aquí nunca nada se realiza...
A   Marina Tsvietáieva,
desde otro siglo

Ya que aquí nunca nada se realiza...


… ¿ Por qué no participar

del ser de las Musas,

compartir con ellas

su  leve peso,

apenas sostenido

por las gasas de la imaginación?


Si nada al margen se consuma,

si todo por igual se desvanece,

¿por qué no dormir pronunciada

entre los labios del poeta,

por qué no pasear mi fantasma

por sus andamios y aranceles?


En tanto que solo la fuga persiste,

en tanto que somos ambos peregrinos

sin la palma y la gloria de los vivos,

¿por qué no alentar un trazo, una idea, la primera,

ser absoluta como el Arte,  necesaria,

y olvidar de momento el canto

para admirar ese prodigio, esa desembocadura,

con el tedio de mi carne inspirando su rezo…?


Como quiera que entiendo

su figura al trasluz  de mis dolientes versos,

como quiera que ayer perseguí el mismo sol,

hasta que cayó la tarde, y sobrevino el frío,

¿por qué no conducir sus dedos

por el abandonado oficio

de hallar los secretos

perdidos entre mis anillos?


Sabiendo que nunca nada se cumple

aquí por siglos,

sabiendo que hay una hora para todo

que se cobra el silencio,


nada  debiera al menos  impedir el consuelo


de encontrar a su lado

un   paisaje para mi  descanso,

un instante para adivinar la intención de sus manos,



y luego cerrar sus ojos, mis ojos,

y evocar juntos el mismo sueño…



Luisa    Pastor Martínez





martes, 15 de mayo de 2012

Estreno de "El caballero de la armadura oxidadada" con la sección juvenil de Auralaria




El elenco de actores con la directora, Luisa Pastor,
y la coordinadora, Mª Luisa Martínez
Caballero y Merlín en un momento de la representación.
La sección juvenil de Auralaria poesía escénica estrenó el pasado domingo 13 de mayo, en el Ateneo Cultural Casino de Orihuela, su versión libre  de “El caballero de la armadura oxidada”, una novela breve de Robert Fisher. La obra, que fue adaptada  por Javier Pastor y Luisa Pastor y dirigida por esta última, tuvo como intérpretes a jóvenes vinculados a la catequesis impartida en la parroquia de las Santas Justa y Rufina. Diego J. Torres, Marta Ruiz, Alba Giménez, Lucía Casanova, Anabel Rivera, Alba Barberá, Sonia Aparicio, Paz Alarcón y Pepe Serna conforman el elenco dramático con que Auralaria considera consolidada su propia cantera para futuros montajes dramáticos y poéticos.

domingo, 13 de mayo de 2012

"Apuntes para una poética": José Luis Zerón Huguet


Auralaria os invita a aproximaros al poemario de José Luis Zerón, "Perplejidades y certezas", publicado recientemente en el blog del periodista J.A. Muñoz Grau. Como muestra de la profunda indagación en el hecho poético adelantamos estos "Apuntes para una poética". Imprescindible para todos los amantes de la palabra. 


APUNTES PARA UNA POÉTICA
José Luis Zerón.
(Retrato de J.A. Muñoz Grau)
Hay que vigilar hasta encontrar de nuevo el proceder del mundo en las palabras. Pero cuidado con los déspotas del lenguaje.
Inclinado con tu carga de incertidumbres sigues el rastro de la escarcha e indagas en los laberintos de briznas. Aspiras a verte colmado en la expectación. Tu fe es el camino por el que avanzas sin precipitarte. La duda es tu paroxismo.
El poema es como un pájaro atrapado en el deseo de ascender.
El poema no es el hogar, sino la errancia, último reducto de quien ha sido derrotado en todas las batallas contra el tiempo. Se escribe con gritos de incapacidad y expresivos balbuceos. No le busquemos certezas ni sentido. La desolación de la escritura es su grandeza.
El poeta sigue huellas imposibles en el desierto.
El poeta vive permanentemente en estado de alerta. ¿Cuántas horas dedicadas a remover la ceniza en busca del fuego augural? No se pueden contabilizar. En la calma o en el estruendo, en el alborozo o en el desamparo, persiste en acechar las defunciones. Su lengua es de ausencia y, sin embargo, tiene una fe inquebrantable en el encuentro. En su fervor hay un exilio y en su victoria una subordinación. Su identidad se fortalece en la frontera.
Percibes fascinado la claridad de los florecimientos y, con una paciencia instintiva, procuras decir el mundo, mas no es posible retener el temblor. Un poema es la gracia de nombrar lo efímero.
Las palabras son el despeñadero de la percepción.
El poema es una flor inoportuna que crece entre las ruinas de las ilusiones. Esplende como el jaramago en los jardines arrasados.
El camino del poeta está lleno de pozos y estrellas.
¿Qué es Dios?
El gran vacío, el espacio en blanco en donde hemos de naufragar.
En épocas de desamparo rotura tu propia nada y siembra en los surcos hostiles palabras de afirmación. Pero es preciso sentir la convulsión de la siembra, sólo así abrirás caminos de cosechas.
Creemos que cualquier camino nos llevará hasta la cima, pero al final de la senda siempre nos espera el precipicio. La cima está siempre por hallar. El alborozo de la búsqueda compensa las zozobras.
Pero nunca rompamos nuestros vínculos con la cima. Lo contrario significaría perecer en la inacción.
La poesía no es el saber del ser, sino más bien el de su carencia.
Hay seres ejemplares que aman las tormentas.
Si acaso encuentro abrigo es bajo el techo de la tormenta.
El torrente tiene tacto de sombra y de cieno y el color innombrable del útero. Su dulce fragor nos devuelve el límite borroso de otra vida que empieza ahora.