Perplejidades y certezas, Ars Poetica, Oviedo, 2017 |
Compartimos con todos vosotros la reseña "Madurez entre abismos" que nos permite unir a dos poetas amigos. Por un lado, José Luis Zerón, visitante asiduo de este blog y con el que compartimos amistad y poesía. Por otro, Alfonso Pascal Ros, con el que nos une el buen recuerdo del premio de poesía Ángel Martínez Baigorri obtenido por Atópica en el año 2016, siendo él parte del jurado. Esperamos que os guste.
Madurez entre abismos
Cuando un poeta alcanza una madurez en una trayectoria tan personalísima, reconocida y amplia como la de José Luis Zerón Huguet (Orihuela, 1965), buena cosecha poética la de ese año, por cierto y dicho al paso, tiene el derecho y la obligación de transformar los lugares comunes de su obra en lugares propios, abismos e infancias, luces y sombras incluidas, y de apropiarse de ellos y tirar la llave.
Para quien Perplejidades y certezas signifique su
primera aproximación al autor, posiblemente le aconsejaría iniciarse en sus Apuntes para una poética por su especial
carga simbólica y declaración de intenciones que el autor nos regala mediante
aforismos, fogonazos, breves trazos y certeros dardos que resumen una lección
de vida de un poeta de largo alcance.
Para quienes hemos seguido el recorrido y dedicaciones de Zerón Huguet desde tiempos de la mítica revista Empireuma, reconocemos encontrarnos ante un poeta de exquisita madurez verbal pero que, o precisamente por ello, no ha abandonado el riesgo ni la valentía para enfrentarse a esos escenarios que ya le son inherentes. Porque Zerón asume el deber, cómo no, de horadar selvas vírgenes renunciando a los territorios fijos, a la comodidad en suma del verso que podría escribir y repetir cientos de veces en hábitat placentero sin aportar novedad alguna y seguir siendo aplaudido por ellos. Me refiero ahora a ese maravilloso escenario de la Naturaleza en la que Zerón Huguet nos adentra y de la que Perplejidades y certezas abunda: leños y ramas, cipreses, intemperies, árbol sagrado y hierbas venenosas, ríos y alamedas, el lenguaje de los pájaros, humus, malezas. Casi todo normal en apariencia hasta que Zerón Huguet nos la revela, a su Naturaleza me refiero, interior y exterior, en cuanto tiene de pavorosa. Hablo de esas "Secuencias de una caminata del orto hasta el ocaso" formada por más de una treintena de flashes.
Perplejidades y certezas es un libro de riesgos y Zerón Huguet adora el riesgo, la catarsis del fuego purificador donde todo debe arder para volver a nacer. Y pese al largo recorrido, la contradicción de seguir sin saber definir la poesía, la imposibilidad de hacerlo y la creencia en la inutilidad del oficio poético. Me hubiera defraudado Zerón de optar por lo contrario.
Subrayar lo que a más de uno le llamará la atención, la importancia máxima que el autor otorga a las dedicatorias de muchas de sus piezas, desde las más formales o simplemente de situación hasta las más personalísimas donde va dejando, a modo de guijarros, algunas pistas de su obra.
No es misión de un crítico desvelar contenidos ni decantarse en exceso por el autor reseñado pero comparto, allí en medio de sus oleajes y desiertos, estos fragmentos poéticos donde no se concibe la palabra poética como la obra de tanto pretencioso que hace un espectáculo del alimentar la pena que siente por sí mismo. Porque comparto hasta las trancas con Zerón Huguet que la angustia también tiene sus esplendores.
Alfonso Pascal Ros
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