lunes, 22 de junio de 2020

"Una habitación en Brooklyn", de Anne Carson (Traducido por Luisa Pastor)

Ilustración: Alba L. Giménez
  
(inspirada en la obra Room in Brooklyn, de Edward Hopper)

Este
lánguido
día
se mueve
a lo largo de la habitación
Oigo
sus
ejes
en
marcha
Un progresivo resplandor
sobre
el techo
me da
esa
azulinoamarillenta
excitación
Mientras
las horas
apuran
el glorioso
declive de mi atardecer.

lunes, 15 de junio de 2020

"Desnudo de Edward Hopper", de Lisel Mueller (traducido por Luisa Pastor)

Ilustración: Alba L. Giménez

La luz
apura todo lo que yo podría ser,
el sueño apasionado y tierno
de un hombre cualquiera,
o de un pintor –
mis pechos, dos cálidas palomas,
mis brazos, ligeramente doblegados
por la calma del mediodía.

Yo soy
estas venas azuladas, esta cicatriz,
este dominio de células color lavanda,
estos muslos y hombros vencidos;
estas pantorrillas, tan nimias
como mis mejillas,
estas caderas que no han de hacer mullidos
los luminiscentes cojines;

con todo, este cuerpo es mi hogar,
mi infancia se halla confinada aquí,
mi sueño emerge y se fragua en él,
el deseo llegó a su cénit hasta decaer
en los entresijos de su osamenta.
Este sitio me pertenece.


Para Margaret Gaul


lunes, 8 de junio de 2020

"La Península", de Seamus Heany, (traducido por Luisa Pastor)

Ilustración: Alba L. Giménez


Cuando no se te ocurra nada más que decir,
sal un día y conduce, sin más, a lo largo de la península.
El cielo se eleva como si fueras a despegar,
el paraje carece de indicación alguna, de modo que no hay más meta

que pasar de largo, evitando en todo momento, claro, la llegada.
Al atardecer, el horizonte se traga el mar y la colina,
los campos arados emborronan el tejado del blanco caserío,

y nuevamente retomas la oscuridad. Ahora, recuerda
la luminosidad de la costa y aquel tronco a contraluz,
la roca donde las olas van a romperse en jirones,
las garzas en elegante escorzo sobre sus patas,
las islas dejándose ir en la niebla,

y regresa por fin a casa, todavía sin nada que decir
salvo que en adelante poseerás las claves de todos los paisajes
en virtud de estas cosas halladas puras y limpias,
agua y tierra en su elemental desnudez.


Enlace al poema original

domingo, 31 de mayo de 2020

“Cúbrete el rostro con tus manos”, de Mark Strand (Traducido por Luisa Pastor)

Ilustración: Alba L. Giménez

Dado que hemos atravesado el río y el viento nos ofrece tan sólo un entumecedor torbellino de frío, al que nos hemos adaptado dócilmente, sin esperar más allá de lo que nos puede ser concedido, sin preguntarnos siquiera cómo pudo ocurrir que llegáramos a este sitio, para nosotros carece ya de toda importancia que nada saliese como esperábamos. No hay modo de despejar la niebla en la que vivimos ni de saber en qué momento nos dimos por sometidos. La silenciosa nieve del pensamiento se derrite antes de que pueda cuajar. El lugar que habitamos es un acertijo planteado por alguien a quien todo lo humano le es ajeno[i]. Las cancelas hacia la nada se multiplican y el presente queda tan lejos, tan abismalmente lejos.


[i] El enunciado original es: “Where we are is anyone’s guess”. Confieso que he querido sobreentender mucho, al jugar con el eco de la famoso proverbio de Terencio: “Homo sum, humani nihil a me alienum puto” (“Soy un hombre, nada de lo humano me es ajeno”). Se trata de una voz más para enriquecer esta reflexión.


lunes, 25 de mayo de 2020

"Una fotografía", de Joseph Brodsky (traducido por Luisa Pastor)

Ilustración, Alba L. Giménez

Una fotografía, de Joseph Brodsky

Vivíamos en una ciudad teñida del color del vodka helado.
La electricidad llegaba de lejos, de las marismas,
y, con el crepúsculo, el apartamento parecía amenazado
por una mancha enorme de carbón y de mosquitos.
Nuestras ropas, voluminosas, revelaban la proximidad con el Ártico.
Al final del más remoto pasillo, el teléfono sonaba sin descanso,
recobrando a regañadientes la actividad previa a la guerra.
Los billetes de tres rublos llevaban la semblanza de mineros o aviadores.
Yo ignoraba que algún día todo eso acabaría para siempre.
En la cocina, las esmaltadas ollas parecían infundir confianza en el mañana
transformándose de continuo en mis sueños, en cascos o en un ejército marciano. 
Los automóviles también rodaban hacia el futuro y eran, casi todos, negros,
grises, y a veces -en el caso de los taxis- incluso marrón claro.
Resulta extraño y ciertamente amargo constatar
que ni siquiera el metal es conocedor de su destino
y que la vida se ha sacrificado poco menos que a la mayor gloria
de la compañía kodak, con su fe ciega en las copias
y su tendencia a deshacerse de los negativos.
Con todo, las aves del paraíso cantan, aun sin ramas a las que poder saltar.


domingo, 17 de mayo de 2020

"De vuelos y caídas", de Jack Gilbert (Traducido por Luisa Pastor)

Ilustración Alba L. Giménez

De vuelos y caídas, de Jack Gilbert

Todo el mundo pasa por alto que Ícaro alcanzó a volar.
Igual sucede cuando el amor toca a su fin,
o un matrimonio fracasa y a la gente le da por decir
que sabían que aquello era un error, que todos
decían que aquello nunca funcionaría. Que ella era
de sobras mayorcita para saberlo. Pero todo cuanto
merece la pena hacerse, merece la pena hacerse mal.
Como estar allí aquel verano, tan próximo al océano,
justo al otro lado de la isla, mientras el amor se esfumaba
de ella. Las estrellas ardían con tal extravagancia entonces
que nadie hubiese creído en su futura extinción.
Cada mañana, ella despertaba en mi cama,
como una aparición, con la dulzura de un antílope
que permanece estático en la bruma del amanecer.
Y a la tarde, contemplaba cómo regresaba de su baño
avanzando por el candente suelo rocoso, con toda la luz
marina tras de sí, y el cielo enorme de otro lado.
La escuchaba atento mientras almorzábamos.
¿Cómo puede decir nadie que aquello fue un fracaso?
Es como la gente que volvía de Provenza
(cuando estaba de moda eso de ir a Provenza)
diciendo que todo bonito, pero las comidas muy grasientas.
Yo creo vehementemente que Ícaro no cayó con su caída:
simplemente apuró los confines de su triunfo.

(Traducción de Luisa Pastor)

Enlace al poema original

domingo, 10 de mayo de 2020

“Abajo con el mirlo azul”, Margaret Fishback (Traducido por Luisa Pastor)

Ilustración Alba L. Giménez
Abajo con el mirlo azul, de Margaret Fishback 

Cuando me derrumbo, desprecio todo cuanto
en circunstancias normales amo.
Detesto a la alondra, cuyo canto carece de sentido,
odio el anodino cielo azul sobre nosotros.

Los azafranes, irguiéndose altivos sobre el césped,
las campanillas, próximas a abrirse-
quisiera verlas muertas y desaparecidas;
su vitalidad es una invitación a la melancolía.

Y por encima de todo me trae sin cuidado,
en esos ratos en que la voz mía se asemeja
al monótono zumbido de la colmena,
escuchar cómo mis vivarachos colegas
ensalzan la maravilla de estar vivo.

                                                       
                                                                   Traducción de Luisa Pastor

domingo, 3 de mayo de 2020

"Ella", de Anne Carson

Desconozco la materia con que están hechas las almas; 
                                                                                                        pero sea cual sea, la suya y la mía son iguales.

                                                                                                                                                       Emily Brontë
Ilustración Alba L. Giménez
Ella, de Anne Carson

Vive en un páramo perdido en el norte.
Sin compañía de nadie.
Allí donde la primavera se abre
como la afilada hoja de un cuchillo.

Viajo todo el día, de tren en tren
llevando un lote de libros conmigo
-algunos para mi madre, otros para mí-,
incluidas las Obras Completas de Emily Brontë,
mi autora favorita.

También mi principal temor,
que trato de afrontar como puedo.

Siempre que visito a mi madre
siento como si me convirtiera en Emily Brontë,
mi solitaria vida abrazándome como este páramo,
mi desgarbado cuerpo pisando gravemente
la cenagosa llanura en un simulacro de transformación
que muere cuando llego a la puerta de la cocina.

¿De qué materia están hechas tu alma y la mía, Emily?

(Traducción Luisa Pastor)


She


She lives on a moor in the north.
She lives alone.
Spring opens like a blade there.
I travel all day on trains and bring a lot of books—

some for my mother, some for me
including The Collected Works Of Emily Brontë.
This is my favourite author.

Also my main fear, which I mean to confront.
Whenever I visit my mother
I feel I am turning into Emily Brontë,

my lonely life around me like a moor,
my ungainly body stumping over the mud flats with a look of transformation
that dies when I come in the kitchen door.
What meat is it, Emily, we need?

domingo, 26 de abril de 2020

"Spring", de Edna St. Vincent Millay

Primavera, de Edna St. Vincent Millay 


¿Con qué propósito, Abril, vienes de nuevo?
Ilustración Alba L. Giménez
La belleza no basta,
ya no puede, por más tiempo, aplacarme
el primor con que abres, una a una,
tus diminutas hojas encarnadas.
Sé cuanto hay que saber.
El sol calienta mi nuca mientras observo
los alargados estigmas de las rosas de azafrán.
La tierra exhala un agradable aroma.
Nada aquí es presagio de muerte.
Pero ¿qué puede eso importar
cuando bajo ese hermoso suelo
los sesos de los hombres son pasto de gusanos?
La vida en sí misma
no es nada,
una taza vacía, un pasaje de peldaños
sin moqueta siquiera.
No basta, digo, con que cada año, bajo esta colina,
Abril
comparezca como un idiota,
babeando y esparciendo sus tiernas flores.

(Traducción de Luisa Pastor)

Enlace al poema original


domingo, 19 de abril de 2020

"Vita nova", de Louise Glück

Vita nova, de Louise Glück 

Tú me salvaste, deberías recordarme.

Es primavera; un grupo de muchachos compran tickets para el ferry.
Entre carcajadas, porque el aire está impregnado de flores de manzano.

Cuando desperté, comprobé que yo también reía.

Recuerdo ese sonido tan propio de la infancia,
la carcajada sin un motivo concreto, tan sólo porque el mundo es bello,
y cosas por el estilo.

Lugano. Las mesas bajo los manzanos.
Unos marineros de cubierta izan y bajan banderas multicolores.
Y al borde del lago un chico arroja su sombrero al agua;
quizás porque su amor por fin le ha aceptado.

Cruciales,
Ilustración Alba L. Giménez
esos sonidos o esos gestos, como lo es
un camino diseñado con las más ambiciosas [metas]
aun cuando luego se abandone, se cierre.

Se pierden, como islas, en la distancia.

Mi madre ofreciéndome un plato de pastelillos
-lo recuerdo tal cual, sin alterar un solo detalle,
aquel momento permanece intacto, vívido,
sin haber sido jamás expuesto a la luz;
en él me despierto eufórica,
a esa edad en la que uno está hambriento de [vida]
y se siente absolutamente a salvo-

Hoy, brotan junto a las mesas pequeños haces de hierba
de un verde pálido en la tierra oscura.

Indicios claros de que la primavera ha regresado a mí,
en esta ocasión no como lo haría un amante,
sino un emisario de la muerte; no obstante,
aún queda primavera, aún queda lugar para la ternura.

(Traducción de Luisa Pastor)

Enlace al poema original


Unas palabras acerca de “Vita Nova”

“Hace años, durante otra sombría primavera, compré Vita nova, de Louise Glück, un ciclo de poemas dirigidos al amante ausente, un ciclo de poemas escritos in memoriam, lleno de dolor y de temor y de incredulidad. El primer verso: Tú me salvaste, deberías recordarme.
Un verso que hiere.
El tortuoso momento que sobreviene tras el romance, cuando el amor empieza a desvanecerse, física y emocionalmente: en ese momento se instala el ciclo de Gluck, el momento de la ruina, el insalvable abismo que se abre entre el “yo” y el “tú”. Y, con todo, a pesar de la desesperación, hay que construir una nueva vida.”
Cynthia Houng

(Traduce Luisa Pastor)
















domingo, 12 de abril de 2020

"Domingo", de January Gill O'Neil


Domingo, de January Gill O'Neil 
Ilustración Alba L. Giménez

Tú marcas el arranque de la semana,
o su cierre, y según los Beatles,
nos alcanzas sigiloso como una monja.
Eres el segundo día
que a los niños les toca estar con su padre,
el segundo día entero en una casa vacía.
Domingo, ya te iba echando en falta.
Sentada en el patio de atrás
con un vaso de Pinot, he celebrado tu llegada.
Los primeros tomates cherry
están madurando en el jardín, ¿lo sabías?
La lechuga, en cambio, sabe aún demasiado amarga.
Me detengo a mirar el cielo más azul que jamás he visto,
un paradisíaco cielo azul turquesa
imposible de concebir sobre mí.
Tan sólo tú eres mi testigo.
Ante la falta de promesas del día a día,
tú eres mi consuelo.
Eres mi errática lista de cosas por hacer,
mis platos en el fregadero,
mi brownie para el desayuno,
mi día sin sujetador.

Traducción de Luisa Pastor

Enlace al poema original

viernes, 15 de noviembre de 2019

Acto de entrega del Premio de Poesía "Miguel Hernández"

Compartimos el desarrollo del acto de entrega del Premio de Poesía "Miguel Hernández". En él, además de entregar el galardón a Yolanda Izard y de que esta lea algunos de sus poemas, contaremos con la actuación, tanto al inicio como al cierre, de Luisa Pastor, José Jimeno, Eva García y Raul Pina. También se proyectará el videopoema "Huellas", realizado por Auralaria a partir del poema "Las cosas sienten piedad", perteneciente al libro premiado. Al finalizar el acto, la autora firmará ejemplares de su libro, con los que serán obsequiados los asistentes. Os esperamos...

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Yolanda Izard, premio internacional de poesía "Miguel Hernández 2019"


Os presentamos a Yolanda Izard, la autora galardonada con el Premio "Miguel Hernández 2019". Nació en Béjar (Salamanca) y vive en Valladolid. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, donde también cursó el doctorado y estudios de Bellas Artes, y ha realizado un posgrado en ELE. Ha publicado las novelas Paisajes para evitar la noche (XXVIII Premio Cáceres de Novela Corta, Diputación de Cáceres, 2003), La mirada atenta (VII Premio de Novela Carolina Coronado, ed. Los Libros del Oeste, 2003), los  libros   de poemas Defunciones interiores  (Institución Cultural El Brocense, Cáceres, 2003), El durmiente y la novia (ed. Sinmar, Madrid, 1997) y Reliquias del duende (Salamanca, 1983), el breve ensayo Pequeño manual de la creación de cuentos (Madrid-New York, 2015),  el Comentario y selección de poemas de la Transición (ed. Difácil, Valladolid, 2009) y el libro de microrrelatos Zambullidas (ed. Renacimiento, 2017). Ha participado en numerosos libros colectivos, en algunos con ilustraciones propias. También ha recibido, en 2013, el Premio Andrés Quintanilla de Poesía.

Es crítica literaria y escribe reseñas  de manera habitual en el suplemento cultural de El Norte de Castilla, La sombra del ciprés, y  en Revista de Letras, entre otras publicaciones literarias. Ha colaborado, además, en revistas culturales como Quimera, en las que ha publicado más de cien artículos literarios. Asimismo, colabora en distintas actividades relacionadas con el mundo de la cultura.
Ejerce la docencia en la Universidad Europea Miguel de Cervantes, en Valladolid, y dirige e imparte distintos talleres de Escritura Creativa de creación propia.

Compartimos un poema de la obra por la que ha conseguido el galardón convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández, Lumbre y ceniza. El poema lleva por título "Construcción del nido":


Construcción del nido

Construyo un nido para no rendirme,
para envolverme y que no me delaten.
Solemne y protocolaria, arrimo al fuego de mi sangre
la paja y el papel,
la hoja y el plástico,
el barro y la tierra.
Me acurruco dentro.
Dejo que pasen las sombras y las luces,
las golondrinas y los nísperos.
Alejo los argumentos en contra,
la dramaturgia del fracaso,
los vaivenes de la mente ocupada en sí misma.
Me acurruco.
Fuera, el viento herido por los hachazos,
la falacia de los motores,
las estadísticas de los almacenes.
Dentro, apuntalo dos ramitas, pipas de girasol
colocadas de cinco en cinco,
seis hojas de enebro y los siete pétalos del arcoíris.
Me acurruco.
Se hace lentamente de noche, muy despacio.
Muy despacio, se van cohibiendo los ruidos,
se delatan las sombras,
un pomelo cae del paraíso.
Me acurruco.


Los higos han madurado y de pronto
se restablece el peso de mi vida.
Dear heather, dice Leonard Cohen
mientras cierro los párpados.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Vuelve el Premio Internacional de Poesía "Miguel Hernández"


Cartel anunciador
Como ya es habitual desde hace nueve ediciones, Auralaria organiza el próximo sábado 16 de noviembre en el Auditorio de la Lonja de Orihuela el acto de entrega del Premio Internacional de Poesía "Miguel Hernández - Comunidad Valenciana" 2019. En esta ocasión, la ganadora ha sido la salmantina Yolanda Izard Anaya, por su poemario "Lumbre y ceniza". Os seguiremos informando.

martes, 24 de septiembre de 2019

25 Aniversario de la Fundación Cultural Miguel Hernández

El próximo sábado 28 de septiembre a las 20:00 horas en el Auditorio de la Lonja de Orihuela, la Fundación Cultural Miguel Hernández conmemorará los 25 años de su constitución.

Para tal efeméride, la institución dirigida por Aitor Larrabide homenajeará a reconocidos hernandianos con la entrega de la Medalla al Mérito Hernandiano, que reconoce la labor de estas personas por difundir la figura de Miguel Hernández. En concreto, recibirán tal distinción Juan Cano Ballesta, Gabrielle Morelli, José María Balcells, Francisco J. Díez de Revenga, Agustín Sánchez Vidal, José Carlos Rovira y Juan José Sánchez Balaguer. 

El acto contará con la participación de Auralaria Poesía Escénica, que realizará un audiovisual sobre la historia de la Fundación y el perfil de los homenajeados, así como una actuación que, bajo el título "Canción de la lluvia" unirá declamación poética en la voz de Luisa Pastor y música de la mano de la pianista Carolina Llanes. La presentación del acto correrá a cargo de Ángeles Vidal.

domingo, 5 de mayo de 2019

Aula de Poesía "Miguel Hernández": Agradecimiento

Nos faltan palabras para agradecer la respuesta que tuvimos el viernes en el VI Encuentro del Aula de Poesía. Agradecer a la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, en la persona de Aitor Larrabide, su apoyo constante que ha permitido la participación en este acto de Alberto Manzano. Agradecerle a este su disposición a acompañarnos para acercarnos al Leonard Cohen más humano. Agradecer a nuestros músicos, María Sabater, José Jimeno y Eva García Lorca su complicidad. Agradecer a Fuensanta Estremera, Luis Calero, José Luis Zerón y Manuel García su manera de coger un sombrero. Agradecer a Ángeles Vidal su elegancia y compromiso. Agradecer a Leonard Cohen el legado lírico y musical que disfrutamos día a día. Agradecer, por último, a todos los que asististeis vuestro apoyo y entusiasmo.

viernes, 3 de mayo de 2019

"Master song..." Aula de Poesía Miguel Hernández dedicada a Leonard Cohen

Mañana os esperamos en el VI encuentro del Aula de Poesía "Miguel Hernández". En ella, rememoraremos la voz profunda y carismática de Leonard Cohen. Para no perdérselo...


martes, 30 de abril de 2019

Alberto Manzano, biógrafo, traductor y amigo de Leonard Cohen en el Aula de Poesía el próximo viernes

En la sexta edición del Aula de Poesía "Miguel Hernández", dedicada a Leonard Cohen, tendremos el placer de contar con Alberto Manzano, traductor, biógrafo y amigo personal del cantautor canadiense. Con él, indagaremos en la obra poética y musical de Cohen, así como en su vertiente más personal. 


domingo, 28 de abril de 2019

"Master Song..." VI edición del Aula de Poesía "Miguel Hernández"

Como viene siendo habitual desde hace seis años, la Fundación Cultural Miguel Hernández y Auralaria organizan una nueva edición del Aula de Poesía. En esta ocasión, la sexta, la dedicamos a la figura y obra del poeta y cantante canadiense Leonard Cohen. La cita será el viernes próximo, 3 de mayo, a las 20:30 horas en el Auditorio de La Lonja de Orihuela, espacio cedido por la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayto. de Orihuela. 
El formato, buscando como siempre la experimentación, aúna proyección audiovisual, declamación poética y canto. Además, tenemos el placer de contar con la presencia de Alberto Manzano, biógrafo, traductor y amigo personal de Leonard Cohen, con el que charlaremos sobre el lado artístico y humano del ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2011.

Os esperamos el próximo viernes...

martes, 5 de marzo de 2019

Disquisiciones y reflexiones del actor Luke Perry sobre el “vanitas vanitatis” y el “tempus fugit” al recibir el guion de la película Serpientes a bordo



Resultado de imagen de luke perry


“But nothing is real even what
      you can feel is just illusion”

Now I’m a fool,

Eagles of death metal


No has podido evitar asumir estos papeles,

(todavía no te atreves a llamarlos guion)

con esperanza y desconsuelo.

Los manoseas con algo de desgana,

 pero, al final, las palabras de tu representante

(Luke, es un guion de lujo,

 lo mejor que puedes conseguir por ahora.

 Te abrirá nuevas puertas)

te llevan a obviar el título freaky

(Serpientes a bordo, ¿no había ya un Serpientes en el avión?)

y a comenzar la lectura de sus primeras líneas.

En el reparto te acompaña Tom Berenger

(¿todavía vive?)

y tu papel es el del comandante O'Neill,

militar venido a menos al cumplir cuarenta y tantos

(¿será una metáfora, una indirecta del guionista?)

cuya desafiante misión es matar serpientes en un submarino

(¿las serpientes aguantan la presión del fondo del mar?).

Avanzas un poco más,

entre tuberías, habitáculos minúsculos y puertas cerradas a presión,

 y, como si fuese una transición propia de un flashback,

tu mente se abona al antagonismo

y te lleva a una escena que protagonizaste en una serie de juventud.

Representa un ocaso dorado, idílico,

hábilmente tintado por el director de fotografía.

Estás en Beverly Hills y paladeas la vida.

Tu personaje es un marginado, un superviviente,

pero eso no te impide ocupar el asiento de un descapotable

 (rojo ¡cómo no!)

aparcado sobre la arena de la playa

(¿la legislación de California permitía meter un coche en la arena?).

En el cassette

(¡todavía cassette!)

suena REM, Losing my religion.

No estás solo, claro.

Te acompaña la chica de la serie, Brenda,

(¿cómo se llamaba la actriz?)

nombre tan sonoro como el de su hermano Brandon

(tampoco recuerdas qué actor lo interpretaba).

La abrazas y con tu cara más compungida

(¡qué pose más estudiada aquella! ¡Cuántos suspiros femeninos generaba!)

le comentas, como haciéndole un favor,

 que tenéis que romper,

porque sí,

porque es lo mejor para ella,

porque tu futuro suegro te ha mirado mal,

 y porque tu personaje es un atormentado,

un nuevo Werther que no puede ser feliz.

 Ella llora.

                                     Se deshace.

                           Tú apenas la miras.

                            Eres de piedra.

En ese momento álgido,

piensas en todas las adolescentes pegadas a la pantalla

y que te justifican a pesar de que les pisoteas el corazón.

Son tantas que notas su aliento reconfortando a tu personaje.

Para redondear tu interpretación,

levantas con suavidad, casi haciendo que levite,

tu mano y te atusas el pelo, innecesariamente,

pues la laca que le han aplicado lo ha dejado marmóreo.

Pareces James Dean, te dices

(lo que daría por un final como el suyo).



Tocas la gloria.

Todo está a tus pies.

Una suave y cálida brisa te abraza

y te sume en una sensación indescriptible,

enajenante.

Es la fama,

que durante aquellos años de star system

moldea tu vida con la perfección del photoshop.

Pero un buen día, sin aviso previo del servicio meteorológico,

la brisa deriva en viento

después en huracán

y, por último,

en olvido.



Todo aparece con claridad ante ti ahora,

al notar la ausencia de aquella vida,

su futilidad,

y cuando te miras en el espejo

percatándote de que las imperfecciones que ves en él

 no son suyas,

sino tuyas.

Las ha creado el tiempo

en su peregrinaje por tu rostro

 desde aquel atardecer en una playa dorada.

Ante la lejanía de aquella imagen,

ya casi onírica,

te afanas en practicar una nueva pose

donde encaje la cita estelar del nuevo guion:

“Sargento, ¿Qué ocurre?”

y que se convertirá en imprescindible,

ya que anuncia la aparición de los reptiles que protagonizan la película

(ellos, te mentalizas, no tú).

Esa frase

- piensas mientras pules la dicción de sargento -

 sí que será memorable…