miércoles, 27 de junio de 2012

Versos de la rebeldía: El dulce milagro, de Juana de Ibarbourou.

Os ofrecemos uno de los poemas más bellos de la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou, declamado por Luisa Pastor. Dos pintores delicados y evocadores, Pierre August Renoir y Giovanni Boldini, ilustran la entrada.



Versos de la rebeldía: “El dulce milagro”, de Juana de Ibarbourou

De todas las imágenes que evocan la figura del artista yo me quedo con esta de Vicente Huidobro en la que el poeta se levanta y, con voz firme, con toda la fuerza de sus pulmones, clama a la Naturaleza: “Non serviam”,  “No te serviré, no he de ser tu esclavo”.

En Juana de Ibarbourou hallamos esa querencia revolucionaria, ese deseo de réplica contra la lógica, contra el imperio todopoderoso de la razón, contra el tiránico pragmatismo que rige a la inmensa mayoría de los hombres, envarados en los rigores de sus leyes, líneas y formas.

“El dulce milagro” es más que un poema, es una oda a todos los quijotes, a todas las frágiles criaturas afanadas en dar fama a su delirio, fantasmas del idealismo que sobrevuelan los trigales con plena conciencia de ser señalados, o burlados como el desvalido albatros de Baudelaire. Es una alabanza, una bendición al deleitoso retiro de la locura, la tergiversación…



… desde la fronda de sus manos, el ser poeta arroja una rosa como una  lanzada a la atmósfera ordinaria, buscando el homenaje en los territorios de la fantasía, esa maravillosa pulsión imaginativa que nos aparta del ruido,

                                   en  una celda en la que realmente nunca llegamos a estar solos…


Luisa Pastor

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