lunes, 24 de febrero de 2014

Obra poética de Ramón Bascuñana

Poemarios de Ramón Bascuñana
Si algo define la obra de Ramón Bascuñana, además de su calidad, es su fecundidad. Son 15 los poemarios publicados por el autor, en diferentes editoriales y por motivos diversos (premios, participación en colecciones, antologías...). Os ofrecemos una pequeña muestra de esa producción poética que el viernes repasaremos en el aula. De una parte, Máscara, de Los días del tiempo. De otra, Impostura, del poemario homónimo. Dos buenas muestras de los ejes que vertebran su poética.



MÁSCARA

Sobre el rostro del alma, la máscara del rostro.
Un rostro que nos mira desde un fondo de sombra,
un rostro donde el tiempo deposita misterios,
un rostro que duplican los espejos del agua.
Ese rostro es el rostro que acompaña estos versos
que son, en cierto modo, el rostro de mi alma.

(De Los días del tiempo)


IMPOSTURA

El poeta es un fingidor.
F. Pessoa.
Aceptaré las quejas, si tú reconoces
la legitimidad de la impostura.

Luis García Montero.


Para llegar aquí, hasta este verso
que busca reflejarme en su mirada,
han sido necesarios muchos años
de callado trabajo solitario;
muchos años de pacientes lecturas
que han dejado en mi voz múltiples ecos
y un sedimento de turbia tristeza
que impregna mis palabras de ceniza
y de cierta ironía pesimista.

Para llegar aquí, han hecho falta
Inviernos, primaveras y veranos
-del otoño es mejor no escribir nada-
de dura incertidumbre y de fracasos;
largas tardes luchando, sí, luchando
a brazo partido y con mil tretas
contra el verso que se me resistía
o contra algún poema interminable.

Para llegar aquí, al verso dieciocho
de este poema que intenta contener
en su mínima forma mi concepto
del mundo y expresar mi verdad, mi yo
más hondo y misterioso, he tenido
que echar mano de mi propia experiencia,
pero también de la experiencia ajena;
fingir que soy los otros, que nunca soy
yo mismo, que pude haber escrito:
lo has llamado el otoño de las rosas,
o ciertos versos soñados por Pessoa:
no quiero rosas mientras haya rosas.

Sí, para llegar aquí, muchos otros
tuvieron que inventarse las máscaras
que mejor reflejaran sus instintos
y mejor protegieran sus deseos
para no ser heridos si mostraban
el corazón abierto de sus sueños.
Sobre la doble impostura de no ser
y ser al mismo tiempo, se levanta
la estructura interior de este poema
que es como mi vida y mis anhelos,
reflejo de un reflejo de un reflejo.

(De Impostura)


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