lunes, 31 de agosto de 2015

"In late august", by Peter Campion, versiona Luisa Pastor


Despedimos este mes con el poema "In late august" del norteamericano Peter Campion, autor de poemarios como Other People (2005) o The Lions: Poems (2009).









A  finales de agosto

Bajo los derruidos desechos
de una alcantarilla próxima al aeropuerto,
un agua del color del vino va a parar
a este charco del que dos ciervas beben:
ambas a sorbos mientras la otra vigila.
El horizonte es un borrón
de código de barras y microchip.
Incluso en casa nos aferramos
a la más insignificante adquisición.
Ni arcos de fuegos artificiales
ni caravanas de familias que emigran.
Solo esta sospecha se propaga
por el esférico fulgor de nuestra lámpara
(al tiempo que tú apartas el ligero sudor
de tu frente y pasas la página de tu novela),
esta sensación de que todo cuanto nos pertenece
es la invisible
red de nuestras palabras y caricias,
silencio y fabulación,
todo lo idílico y lo material,
como las dos ciervas de ahí afuera
buscando comida entre los escaramujos
y los rotos paneles de yeso
                                             :
su presencia en ese espacio
 llega a su apogeo
justamente antes de desaparecer.

Versión de Luisa Pastor

                                                


domingo, 31 de mayo de 2015

Café Montparnasse, de Manuel Valero -poemas hallados en el cajón de una cómoda-, por Luisa Pastor


Café Montaparnasse (Devenir, 2012) es el reminiscente título del segundo poemario de Manuel Valero, poeta alicantino cuya historia poética arranca en el año 2008 con Seis sonetos para Samia: y hastiados poemas, publicado por Speedy (El Ratoncito de la Tinta Oxidada). Su última producción, Noche entreabierta, ha recibido el Premio de Poesía Joven “La Manzana Poética”

Interesa del subtítulo de su primer poemario la palabra hastío, imposible de pronunciar sin vincularlo a la omnipresente figura de Charles Baudelaire: el Spleen, que cobra carta de naturaleza en Las flores del mal, deja su estela en tantos otros personajes decadentes, también en el caso de Jean-Paul Ventoux, el protagonista de Café Montparnasse.


Y París, de nuevo París, siempre París… Inagotable ciudad, llena de posibilidades para un suicidio estético, genial. Celan se arrojó del Puente Mirabeau; Ventoux - un trozo del autor construido- como él mismo dice- contra él y ante él, y que no le pertenece, un ser arrojado a la página-  pone fin a su ¿vida? en el número 3 de la Rue du Montparnasse el 16 de febrero de 1925, dejando sus poemas inéditos, desamparados, tal como se nos indica en un sucinto introito –Unas palabras antes- firmado por Matilde Desnos, su amante. Ya no.
Se estructura el poemario en seis partes: Inventario, Génesis, Matilde, Café Montparnasse, Quinqués bajo la lluvia, Hacia las cosas otras.

Arranca la obra con un preámbulo de pulcritudes – Inventario – y unas manos que ordenan, disponen, incluso deshonran a conciencia abecedarios,  palabras, poemas, junto con unos labios que convidan al regreso de otros labios – vine por esos besos solamente.

Pero vayamos al Génesis, cómo se dispone la mano a desnudar la manzana, allí en la sombra, donde termina por no ser, donde no volverá a ser lo que nunca fue –si es que fue-, en la pernoctación, en la escritura. Toda vida concluye en aire y “en los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos”, dice Heráclito. De modo que todos estamos hechos de una misma sustancia: aire y contradicción. Empezamos a comprenderlo: bebemos del mismo río.

Luego está Matilde, el miedo a un nombre, incluso cuando se desconoce el miedo. El musgo de un nombre, y el invierno, y la inmensidad de la noche. Un dolor antiguo de resonancias hernandianas y unas manos de cielo que siembran, se buscan y se pierden, se atrincheran en el silencio. Alcoba y ruina. Matilde es un reino inhabitado de tres sílabas que en el papel matan: ma – til - de. Un monasterio en las afueras.

En el número 13 de la Rue du Montaparnasse esquina con boulevard, el Café Montparnasse - orilla izquierda del Sena, rive gauche - , en cuyas mesas Ventoux rememora la desnudez de un cuerpo. Y los cuerpos anónimos por el bulevar, como en un cuadro de Munch, el Spleen de la ciudad de París derramado en las almas que la habitan.

El humo, la copa vacía, la música que humilla. Frío. Y una musa de ala verde y homicida. El don de la ebriedad, el vapor del sexo hacen pensar que los puentes pueden ser recobrados, tomando como Mesías a Lautréamont. ¡Ay, qué hábito de agua, qué deseo de temblar en los pulmones de un monasterio! Pero París todo lo ignora…

Y los Quinqués bajo la lluvia, los últimos acordes en Montparnasse de un piano gastado. Mientras, un poeta persigue bajo la lluvia antiguos adoquines de un amor desheredado. Un poeta desafía, corre, quiere. Un poeta es indiferente a la lluvia de París. Quiere escribir un poema de amor antes de que la vida decida pudrirse a sus pies. Al igual que la vida, cree que la lluvia le pertenece.

El insomnio lleva Hacia las cosas otras, hacia los imperios desheredados. La mano halla finalmente una derrota, una muerte cercana. A tientas, sobreviene el silencio. Lo irremediable. Y el poeta lleva una corona de flores al cadáver suyo y de Jean-Paul Ventoux, muerto dos veces: la primera vez en Granada; la segunda, en París. ¿O es al contrario? Acaso arrojarse a la muerte, sea lo mismo que arrojarse a la vida.

El baile es el mismo, pero el salón pertenece a dos mundos.



LUISA PASTOR


domingo, 17 de mayo de 2015

Presentación del Poemario Apariencia de vida de Ramón Bascuñana

El próximo jueves 21 de mayo, a las 20.00 horas en la librería Códex de Orihuela, tendré el placer de acompañar a Ramón Bascuñana como presentador de su último poemario, Apariencia de vida, libro con el que obtuvo el II Premio Fernando de Herrera de poesía y la publicación en la editorial sevillana Guadalturia. 
Apariencia de vida recoge los temas que Bascuñana ha ido desgranando en sus últimos poemarios: el oficio de poeta, visto como refugio pero también como elemento alienador; la desilusión vital, marcada por la añoranza de la infancia y la juventud y por la no realización de las expectativas forjadas; la apariencia como medio de vida; el pesimismo y desengaño propio del Barroco; el tedio existencial... Todo ello, con un lenguaje directo y sencillo en apariencia, pero que presenta una elaborada métrica y un léxico perfectamente escogido, y que nos trae resonancias de Cernuda, Machado, Sánchez Rosillo...

Como las mejores palabras para entender lo anterior son las del propio poeta, os dejo esta pequeña muestra de uno de los poemas de Apariencia de vida, el que lleva por título "Las hermosas imágenes del sueño". Os esperamos a todos.

Las hermosas imágenes del sueño
Eloy Sánchez Rosillo

Las hermosas imágenes del sueño
permanecen presentes
durante la vigilia, documentan
todos y cada uno de mis actos
por muy nimios que sean
- desde lavarme el pelo
a escribir un poema - y, a veces, 
justifican, aunque no las recuerde,
el principio y el fin de la existencia.

domingo, 26 de abril de 2015

Entrega de premios del XXXII Certamen Nacional Villa de San Fulgencio

Momento de la lectura del relato
Comparto con vosotros algunas fotos de la entrega de premios del XXXII Certamen Literario "Villa de San Fulgencio", donde he obtenido el accéssit, (dotado con  600 euros), por mi relato "A veces pasa". Agradecer a la Concejalía de Cultura la convocatoria de este certamen y la organización de una amena entrega de premios, con la participación del grupo Marengo Jazz Quartet. 

Junto a Juncal Baeza, la ganadora del primer premio 

domingo, 19 de abril de 2015

Auralaria en el tercer volumen de Pechakucha Orihuela

El próximo martes 21 de abril, a las 20.20 horas Auralaria mostrará su labor en la tercera edición del Pechakucha Night Orihuela. El lugar, como viene siendo habitual, el claustro de la Biblioteca María Moliner de nuestra ciudad. Os esperamos a todos. Pinchando AQUÍ, podéis ver el vídeo de nuestra prsentación, que Concha Montijano ha alojado en Youtube. Desde aquí, nuestro agradecimiento a Concha por hacernos partícipes de este evento.




domingo, 29 de marzo de 2015

Reseña sobre Albanta y el secreto de los Rarámuri, por Manuel García en Mundiario y en Luz de los escombros

Comparto con vosotros la reseña del escritor Manuel García Pérez sobre mi novela, publicada en su blog, Luz de los escombros, y en Mundiario.
Desde aquí, gracias infinitas a Manuel por su apoyo e implicación en la realización de este proyecto.

Luz de los escombros 

Albanta y el secreto de los Rarámuri, en Mundiario

viernes, 13 de marzo de 2015

Canción detenida a Sharon Tate, por Luisa Pastor



Os ofrecemos una de las actuaciones que conformaron la III edición del Aula de Poesía Miguel Hernández dedicada al poeta Antonio Gracia: Canción detenida a Sharon Tate, adaptación musical realizada por Luisa Pastor y José López a partir del poema Sharon Tate no pudo amarme.






martes, 24 de febrero de 2015

Mateo Marco Amorós y su visión del Aula de Poesía

Momento de la interpretación de
Canción detenida a Sharon Tate
Desde esta página os colocamos el enlace al artículo donde Mateo Marco Amorós da su visión del Encuentro del Aula de Poesía del pasado sábado. Nuestro agradecimiento por estas palabras.

Artículo de Mateo Marco Amorós

miércoles, 18 de febrero de 2015

Luis Bagué Quílez: Viaje a la semilla


«La urdimbre luminosa». Antonio Gracia. 

Portada de Hacia la luz
ahCon «Fragmentos de identidad (Poesía, 1968-1983)», Antonio Gracia (Bigastro, 1946) sellaba un itinerario poético caracterizado por la negatividad como actitud estética y vital. A partir de «Hacia la luz» (1998) se abre una nueva etapa donde canto y lamento se trenzan de manera más armoniosa. Este progresivo proceso de «recuperación de la palabra» cristaliza en sus títulos siguientes, representativos de un modo muy concreto de entender la poesía: «Libro de los anhelos» (1999), «Reconstrucción de un diario» (2001), «La epopeya interior» (2002), «El himno en la elegía» (2002), «Por una elevada senda» (2004) y «Devastaciones, sueños» (2005). Todos ellos articulan un programa en el que coexisten la indagación en la propia identidad y las huellas de un «eglogismo psíquico», como lo ha denominado el autor, que aspira a contemplar la realidad a través del tamiz de la escritura. Esta actitud no es un ejercicio de confiado voluntarismo ni una propuesta de asepsia espiritual. Más bien se trata de la reivindicación íntima de una poesía que no se limite a recrear el universo, sino que sea capaz de crearlo mediante la palabra.


«La urdimbre luminosa» (2007), el último libro de Antonio Gracia, radicaliza las premisas anteriores. El lector se encuentra ante un único poema dividido en dieciocho cantos, cada uno de los cuales aporta nuevos matices a la configuración de una identidad en conflicto. Nos adentramos así en la epopeya de un moderno náufrago que, en medio de un mar de incertidumbres, se proclama descendiente del «magnífico Robinson» o de un Ulises que ha sacrificado el regreso a Ítaca en aras de un viaje infinito. Por ello no sorprende la mención a Ulises Mèrou, el personaje –troquelado sobre el arquetipo mitológico– que protagonizaba «El planeta de los simios», tanto la novela de Pierre Boulle como la película de Franklin J. Schaffner. Sin embargo, la vasta trama de «La urdimbre luminosa» no se reduce a un desfile de disfraces subjetivos. Los trampantojos del yo se ponen al servicio de una honda reflexión sobre los tópicos literarios eternos: «beatus ille» («Yo quisiera / haber hallado los jardines plácidos / donde sobrevivir»), «aurea mediocritas»Yo, en verdad, / necesito olvidar el ansia, ser / puro y sencillo»), «ars longa, vita brevis» Sé que escribir es mi única victoria / contra la muerte»), etc.


Portada de La urdimbre
luminosa
Junto con los temas anteriores, Gracia elabora una personal cosmogonía (o «cosmo-agonía») en la que se solapan los vestigios de un mundo ancestral con los signos dudosos del presente. El despojamiento referencial no evita que el lector advierta en los versos un sentido activo de la historia, donde los ecos milenarios se confunden con la voz del sujeto. Expulsado del ilusorio paraíso de la infancia, el poeta se refugia ahora en la escritura. La creación lírica se convierte de este modo en un trasunto de eternidad o en un «truco para aplazar la muerte». Se va esbozando así una huida hacia delante, en la que el himno se construye sobre las ruinas de la elegía y en la que la sed de inmensidad mitiga la sospecha de habitar un espejismo. Al final del recorrido, la oquedad ontológica queda redimida mediante un reconocimiento plural: en la literatura («Contemplo a Beatriz Dante»), en la conciencia del propio fracaso («Acepto la derrota») y en la propuesta de una moderación sensitiva atenida al ideario estoico («Solamente deseo / abrir un libro y escuchar su música»). La ficción de la identidad se diluye en el desencanto de quien sabe que los dioses han muerto y que sólo perdura el engaño de creer en los hombres. Y, sin embargo, en los versos alienta aún la grandeza de un intento prometeico que transforma el pesimismo en voluntad creadora: «Quiero hacer de mi pluma mi destino: / que jamás / mi vida contamine mi escritura, / sino que se contagie mi existencia / de su cantar voluntarioso y firme». Que así sea.

Luis Bagué Quílez
(texto extraído de antoniograciaoniria.blogspot.com)


domingo, 15 de febrero de 2015

Antonio Gracia: Tres astillas de una obsesivaria



  1. Como he dicho en la página anterior, hace 20.000 versos escribí un poema solitario y el poema era yo. Tenía rostro de muerte, lectura de cadáver y escritura de vida. Lo fui lentamente, me absorbió lentamente hasta que, lentamente, sin apenas notarlo, él fue quien me escribió. Eso es: yo creo que escribo versos. Pero que son los versos quienes me escriben día a día. Sólo soy lo que un poema no consigue arrebatarme. Y ojalá me arrebaten totalmente. Ojalá que ese poema en el que me convierta no se acuerde de mí. Sería la perfecta metamorfosis: yo sería.

  1. Tal vez sea absurdo: pero recuerdo el terror de Cervantes pensando durante toda su vida si perdería su otra mano: yo, que sólo soy mi escritura, ¿cómo podría serme? Eso es la poesía: el horror de pensar que uno no consiga ser el poema que es.

  1. Un día introduje mi mano en mi cerebro y oprimí el cielo: hice de mi ansiedad un catasterismo llamado Dios: el tiempo lo transustanció en poema iconoclasta. Escribir no debe ser más que introducir el folio dentro del cerebro: cuanto más manchado de sangre mental salga, más poema, más hombre es ese folio. Lo demás es hacer literatura.


  1. Escribir es la prueba definitiva de que vivir no basta, de que la vida es un fracaso: de don Dios o mío. El arte nace como consecuencia del instinto del hombre de corregir un error de don Dios: el de no haber sabido darnos la inmortalidad. Para repararse, don Dios destruye el tiempo, inventa la otra vida: el cielo y el infierno. Para conseguirlo, el hombre inventa el Tiempo, crea la vida de la Fama: el Arte.  

sábado, 14 de febrero de 2015

Antonio Gracia y la palabra como salvación

Programa del III encuentro del Aula de Poesía
Pinchando en el enlace de abajo, podéis acceder al artículo publicado en el Diario Información el día 13 de febrero. En él, hacemos una pequeña semblanza de la obra poética de Antonio Gracia. El próximo sábado 21 de febrero en el Auditorio de la Lonja de Orihuela, a las 20:30 horas, abordaremos con mayor profundidad su obra, contando con la presencia del autor y con la de Ángel Luis Prieto de Paula, uno de los grandes conocedores de la obra del poeta alicantino. Todo ello, ilustrado con las propuestas escénicas ideadas y dirigidas por Luisa Pastor. Os esperamos.



domingo, 8 de febrero de 2015

Vuelve el Aula de Poesía "Miguel Hernández"

Participantes en el III encuentro del Aula de Poesía
 "Miguel Hernández"
Como viene siendo habitual desde 2013, cada febrero Auralaria, en colaboración con la Fundación Cultural "Miguel Hernández" y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela os propone una cita con la poesía y su artífice, el poeta. El lugar, el Aula de Poesía "Miguel Hernández". En esta ocasión os citamos a las 20:30 horas, el sábado 21 de febrero en el Auditorio de la Lonja de Orihuela para conocer la extensa y reconocida obra de Antonio Gracia. A partir de sus poemarios, Auralaria plasmará su concepción de la poesía, donde se mezclan imágenes, música, voz... Como colaborador invitado a la tertulia con el autor, nos acompañará el Catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante Ángel Luis Prieto de Paula. Como ya es habitual, el acto será presentado por Ángeles Vidal Guevara.
Para que vayáis conociendo las propuestas de este nuevo encuentro os dejamos el guión del mismo. Os esperamos.

domingo, 1 de febrero de 2015

"The starred sky..." de Lars Gustafsson, versión de Luisa Pastor.





El firmamento estrellado 

(from Elegies and other poems)


El firmamento estrellado,
la fija mirada de las galaxias…
El universo sosteniendo obstinadamente enormes distancias
contra nuestros esfuerzos -¡tan ansiosos!- por ver el mundo
como algo pequeño, abordable,
accesible a señales y observaciones.

Lógica cuántica en física y química.

Vuelta a lo mismo

:

el terco rechazo de la materia
a reducir su existencia a la pura probabilidad,
a ser tan solo una sombra
que barre los acantilados al atardecer,
una repentina ráfaga que atraviesa
los solitarios álamos del bosquecillo
para volver de nuevo a la quietud.

Y nuestra tenaz e impaciente batalla
por la sustancia, las partículas, las individualidades,
las cosas  que rehúsan existir en el mundo físico.

Este mundo de distancias y sombras
 y azarosos saltos entre líneas espectrales, 
esta danza macabramente inmóvil
es lo que yo quiero decir  con aquello de
  la quietud del mundo antes de Bach.

Versión de Luisa Pastor

Lars Gustafsson
 En el blog de  Andrés Catalán, Le Monocle de Mon Oncle,  podéis encontrar otros poemas suyos  traducidos al español y esta interesante reseña: 



miércoles, 28 de enero de 2015

Versión de Luisa Pastor de "To any reader", by R. L Stevenson.




A cualquier lector, by R.L. Stevenson


Así como tu madre te observa desde el porche
mientras tú correteas por entre los árboles
también tú puedes ver, si echas una mirada
a través de las ventanas de este libro,
allí, a lo lejos, a otro niño,
que juega en otro jardín.
No vayas a pensar ni por un instante
que un simple toque en el cristal
o una simple llamada
va a atraer su atención.
Él, totalmente absorto,
vive entregado a su inclinación lúdica.
No escucha, no levanta la vista,
nada fuera de este libro
conseguirá seducirlo.
A decir verdad, hace mucho tiempo
que ha crecido y se ha marchado,
y ya no es más que una criatura del aire
aquello que permanece varado allí,


                                                             en el jardín.

Versión de Luisa Pastor 


jueves, 22 de enero de 2015

"Los cálidos días de enero", by Donald Revell . Versiona Luisa Pastor


Donald Revell

"Warm Days in January" by Donald Revell 
(from Erasures, 1992)  

Nunca me ha sido tan fácil llorar abiertamente
o ponerme en el lugar de un niño.
Nunca antes pude caminar sin titubeo
hasta el centro de la ciudad –esa isla –
como un autómata confundido entre otros tantos
que suspiran lastimeros,
con la puesta de sol sobre sus hombros
gustoso de retenerla entre la melosa hilera de árboles
unos instantes más.

Unos años atrás, 
nunca estaba lo suficientemente triste
y nada sino un hotel que yo pudiese romper en pedazos
para luego reconstruirlo de nuevo en una caja de zapatos
me hacía sentir como en casa.
Mis padres habían muerto.
Y sus humildes pertenencias venían conmigo de hotel en hotel
como residuos de un romanticismo febril.

Ahora, con las sienes encanecidas,
llevo de la mano a una vieja amante,
- más reticente que tímida,
más silenciosa que expectante-
a la parada de autobús, junto al Museo Judío.

Aguardamos en la oscuridad largo rato.
No hay beso.
Cuando el autobús llega, sube con determinación.
Es allí donde la veo por última vez,
alejándose en su asiento, entre luces de neón y ruido.
No me dice adiós encantadoramente con la mano,
erguida en la distante independencia
que  traicionamos años atrás con nuestro primer beso.

No hay que subestimar nunca la ventaja de una retirada.
No cabe duda  de que el pensamiento y el tiempo
tienden a minimizar los daños.
No se debe rechazar nunca
la sencillez de una vía de escape
o de un gesto de perplejidad prescrito.

Al término de la infancia,
cuesta distinguir la felicidad del mero optimismo.
Ni el parricidio, ni los hoteles decadentes,
ni las volubles alucinaciones  de las drogas y la rebelión
marcan la diferencia.
No somos más complicados que nuestros bisabuelos.
También ellos sintieron en su momento pavor
de pie ante el hotel de la vida.
 
Como ellos, buscamos el refugio
de los cálidos días de enero,
una devoción cuya idea fija
es sobrevivir según unas leyes explícitas
que ninguna mujer joven adora
que ningún hombre joven acata,
                                                      con ansia consentida.

Versión de Luisa Pastor

jueves, 15 de enero de 2015

"Vaciando el aire de las caracolas", de Mateo Marco Amorós, habla sobre Albanta

El poeta Mateo Marco Amorós
Cuando uno escribe apenas es consciente de los caminos que va a seguir aquello que plasma en el papel. Solo lo descubre cuando empieza a notar las distintas reacciones que los lectores le van haciendo llegar. La que a continuación os dejo viene desde la voz serena y experimentada de Mateo Marco Amorós, historiador, docente y poeta. Mi agradecimiento a su interés por el arte y por el mundo de la escritura y de los que escribimos. También las gracias a Joaquín Marín, por su concepción del mundo plasmada en sus fotografías y, por supuesto, a Pepe Ruiz, en cuyo espacio, abierto siempre a la cultura, se difundió la reseña que ahora os paso desde Diario de la Vega.

Albanta en la voz de Mateo Marco Amorós

sábado, 10 de enero de 2015

"Winter", by Billy Collins. Versiona Luisa Pastor


Billy Collins

Winter, by Billy Collins


El radiador de hierro, su cálida tibieza,
el perro resoplando a los pies de la cama,

y las ventanas cerradas herméticamente,
invadidas de hexágonos de escarcha.

Levemente adivino -desde aquí- los lamentos 
de los gansos en la infinitud del cielo,

sobrevolando a vivos y muertos,
escuelas y prisiones,
                                                                                  y estos campos sembrados de blancura.              

       

Versión de Luisa Pastor 

martes, 6 de enero de 2015

"The Snow Man", by Wallace Stevens. Versiona Luisa Pastor.

Wallace Stevens (1879 - 1955)

The Snow Man, by Wallace Stevens   
( from Harmonium, 1923) 

Imagen Diego Martín

habría que tener una memoria invernal
y así evocar la escarcha
y las ramas de los pinos
delicadamente invadidas por diminutos copos de nieve

habría que distanciarse en el frío largo tiempo
                                              [para admirar
los enebros    ahítos de hielo
los puntiagudos abetos
bajo la fría purpurina de un sol de enero

sin dedicar un solo pensamiento
al insignificante murmullo del viento
cuando arrastra unas pocas hojas

y de la tierra levanta un suave quejido
                                               [esa misma brisa
que sopla en la desnudez de cierto lugar
solo para quien escucha

para aquel que atiende a la ventisca
y que es poco menos que nada
una nada contemplativa de otra nada

manto de todo lo visible y lo invisible

Versiona  Luisa Pastor


viernes, 2 de enero de 2015

"It would be neat if with the New Year…" by Jimmy Santiago ( from Winter poems along the Rio Grande). Versiona Luisa Pastor.

Jimmy Santiago Baca


Sería maravilloso que con el Año Nuevo
pudiera dejar atrás, junto con el año que se ha ido, mi soledad.

Mi  soledad como la suela de ese viejo par de botas de trabajo
que mi perro sacude  adelante y atrás
con el vigor de sus mandíbulas,
mordisqueándolas durante horas  todos los días
 en el jardín de la entrada –
la lluvia, el sol, la nieve o el viento
con sus descalzos pies  ponderando mi poema,
y mi mirada más allá de  la ventana,
detenida en esas sucias botas
que han quedado abandonadas en el jardín.

Y sin embargo, mi felicidad depende mucho
de esas botas que calzo.

Cuando el día toca a su fin,
y me siento a escuchar una ranchera mejicana,
me recreo mirándolas, considerando
todos los caminos equivocados que ellas y yo hemos tomado,
todos los antros prohibidos que hemos visitado,
y mientras el cantante mejicano plañe su dolorosa canción,
yo sonrío a mis botas, captando cada una de las notas de su voz,

y los extraños, cuando me ven meciendo mis botas
al compás de la canción, pueden ver
sus suelas arañadas, mordidas, desgastadas.

Las sigo llevando porque me quedan tan bien,
y las necesito, especialmente cuando amo con tal fuerza,
en esos parajes por los que asciendo senderos de cantos rodados,
donde las flores resquebrajan las peñas en su imperioso delirio de luz.

 Versión de Luisa Pastor


sábado, 27 de diciembre de 2014

"God Particles", de James Crews. Versiona Luisa Pastor

James Crews
God particles


casi podía adivinar sus sutiles colisiones en el frío aire de hoy
pero cuando llegué a casa me desprendí de mis capas

y  estando  en silencio    junto al fuego
pude sentir cómo se deslizaban flotando hacia mí

como  semillas  arrojadas lejos de su origen
tras haber cruzado millas de océanos y campos ignotos

solo para arraigar mi cuerpo al lugar
que le corresponde en la tierra

bien podría decirse – con toda justicia –
que son partículas de dios

estos mensajeros que portan la grave evidencia
de lo que una vez fui y de dónde estuve

impregnado todo yo de motitas de polvo estelar
de pedacitos de piel de ballena

o

de las leves plumas de ganso que un día conformaron
la almohada sobre la que descansó Einstein


arropado en su villa de Nueva Jersey

soñando
- lo sé –

con cosas que yo no he de ver


Versión de Luisa Pastor

The book of What Stays,
poemario de James Crews